MÉRIDA.- Más irrazonable no pudo ser el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero, ya que consideró que el mininarco confeso Jorge Luis González Hernández y María Guadalupe Poot Borges tenía cinco kilos de marihuana para consumo del detenido y no para vender.

Los imputados decidieron acogerse a los beneficios del Nuevo Sistema de Justicia Penal, el sujeto por un procedimiento abreviado y la mujer a una suspensión condicional de su proceso.

González Hernández fue condenado a 1 año, 6 meses y 26 días de prisión, así como una sanción pecuniaria consistente en 49 días-multa; se le amonestó, y suspendieron sus derechos políticos, pues confesó hasta el ilícito de cohecho. Sin embargo, no estará en el penal, porque la sanción corporal es conmutable con un pago.

María Guadalupe Poot  se acogió a una suspensión condicional a proceso de seismeses, siempre y cuando resida en un lugar determinado; siga trabajando; done 3 mil pesos (primero fueron 11 mil, pero le hicieron una rebaja) a una asociación civil en el cual atiendan a personas con adicciones, que podrá ser de manera mensual aportando 500 pesos, ante el juzgado o en una sola exhibición; no salga del Estado, y se someta a vigilancia. La mujer jamás pisó el penal.

El 4 de noviembre, la pareja fue sorprendida circulando sobre el Anillo Periférico a bordo de un vehículo Nissan, modelo Versa, que no traía la placa delantera. Unos oficiales le marcaron el alto y cuando los uniformados se aproximaron, sintieron un fuerte olor a mariguana.

Procedieron a inspeccionar el auto y el conductor les ofreció a los uniformados 500 pesos para que los dejaran en paz. Los policías encontraron marihuana y bolsitas con cocaína.

Fueron arrestados y puestos a disposición de las autoridades correspondientes.