MÉRIDA.- Varias personas denunciaron que Martiniana del Rosario Peraza Mejía cometió  fraudes de miles de pesos, ya que elaboraba solicitudes de préstamos a nombre de personas, se quedaba con el dinero y a los afectados les van a cobrar, sin que hubieran pedido ni recibido dinero.

También defraudó mediante promeses de poner agencias de cervezas, apoyos de Sedesol, a fondo perdido y mediante otros métodos, en los que involucró y afectó a gente del DIF Yucatán.

Esta abusiva mujer, Martiniana, vivía en casa de su hija, en Tizimín, en donde el yerno Luis Enrique Canul Poot la ocultaba; este sujeto es pediatra y trabaja en el hospital San Carlos de Tizimín.

Esta señora trabajaba en el DIF Yucatán, pero abandonó el trabajo debido a los múltiples fraudes que realizó; pidió licencia y debió volver a trabajar el 2 de enero de este año, pero nunca se presentó.

Para cometer los fraudes, Martiniana se aprovechó de que trabajaba en el departamento de Recursos Humanos, donde sacaba copias y así obtuvo copias de credenciales de elector, de comprobantes de domicilios y otros documentos.

A la señora María del Carmen Piña Monreal le pidió $23,000, supuestamente para que dé prestado y cobrar intereses, pero en realidad Martiniana falsificó pagares, con firmas falsas y se los dio a su “amiga de muchos años”.

Sin embargo, en realidad Martiniana se quedó con el dinero, de modo que cuando María del Carmen fue a cobrarles a los supuestos deudores, éstos dijeron que nunca pidieron dinero prestado. Ha tratado de buscarla, pero no la encuentra porque Martiniana se esconde.

En otro fraude, Martiniana les pidió dinero a varias personas para que les entregaron concesiones de agencias de cervezas, porque un pariente ella las entregaría; le dieron dinero, que las ahora afectadas pidieron prestado a bancos o al Fonacot y se lo entregaron, pero no les firmó ningún documento. Nunca les devolvió el dinero y por supuesto lo de las concesiones de agencias de cervezas era mentira.

En un caso más de fraude, a personal del DIF les dijo que tramitaría proyectos de fondo perdido en Sedesol, es decir que los beneficiarios no tendrían que devolver nada. Le entregaron documentos y ella falsificó solicitudes de préstamos que le llevó un agiotista, que le entregó el dinero, que se le quedó a ella; ahora el prestamista van a cobrarles a los supuestos deudores, pero ellos no saben nada.

A empleados que ganan menos del DIF Yucatán los endeudó con hasta $10,000 con un prestamista, sin que los trabajadores hayan recibido tal cantidad de dinero. Para engañarlos Martiniana les dijo que les regalaba mil pesos si le firmaban una hoja en blanco, que a ella le serviría para entrega unas encuestas. En realidad también falsificó solicitudes de préstamos a nombre de otros, los cobró y se quedó con el dinero.