MÉRIDA.- Sindicalizados del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Judicial del Estado denuncian que Patricia Solís Reyes, secretaria general, desfalcó la caja, se quedó con los mejores regalos del día del padre y de la madre y con las cuotas sindicales pagas gastos de ella y de sus familiares.

Los quejoso afirman que el sindicato no es independiente, ya que esta mujer, al tener quebrado al sindicato vive pidiendo apoyo a funcionarios municipales y estatales.

Sin embargo, esto parece no importarle a la actual secretaria general del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Judicial del Estado, Patricia Solís Reyes, pues vergonzosamente se queda con absolutamente todo el dinero de las cuotas para su uso personal y el de su esposo Manuel “Venadito” Rubio, quien publica consignas en contra del gobierno y Escudo Yucatán.

Sin embargo, del tremendo desfalco que comete su esposa “Venadito” no dice ni pío por obvias razones.

Es verdaderamente lamentable como perjudica y roba a sus compañeros, en su mayoría intendentes los cuales mes tras mes y con el sudor de su frente y haciendo un sacrificio aportan esas cuotas todo para que en la actualidad no haya NI UN SOLO PESO en la caja de ese sindicato.

Además, los mismos sindicalizados están por convocar a una asamblea, puesto que Rati ya tiene más de dos años que no convoca a una asamblea contraviniendo la ley en este sentido y hay descontento porque ella sola, sin el consentimiento de nadie, nombra y destituye a su vez a los miembros de la directiva del sindicato a los cuales cambia como si fueran sus calzones siendo esto totalmente ilegal.

Por si fuera poco, designó tesorero al intendente José Benítez, con el que actualmente tiene un romance (por eso el apodo de “Venadito” del marido), pues se les ha visto solos y en situaciones comprometedoras.

Este nuevo tesorero es un triste pelele, puesto que jamás ha sido nombrado en ninguna asamblea o tan siquiera ratificado y quien le firma en blanco todos los cheques sin darse cuenta que el día de mañana él, al igual que ella, tendrá que responder por esas cuotas.

Se le ha cuestionado a este compañero y afirma que jamás ha pasado un peso por sus manos. Por si fuera poco, los mismos trabajadores sindicalizados afirman que jamás en sus diez años de secretaria general ha convocado a elecciones, de modo que temen un fraude en este sentido dado que jamás la han ratificado.

Afirman que, en el último intento de asamblea a la que ella misma llamó “junta informativa”, puso una libreta polito, en la que aseguró que desglosaba todos los “gastos del sindicato”, pero estaban en esos gastos su internet, el plan de teléfono de toda su familia, piezas del carro de su hijo y en fin una serie de gastos familiares.

Fue tal la indignación de muchos de los trabajadores presentes, que muchos renunciaron al sindicato a partir de ese día.

Lamentablemente para los pocos trabajadores sindicalizados que aún quedan, la situación no va a cambiar, de modo que mes tras mes la caja seguirá en ceros gracias a la complicidad de “Rati” “El Venadito” y el “Tesorero Romántico”.

Por si fuera poco, a los trabajadores que se quitan del sindicato los hostiga, habla mal de ellos con los jefes, pide su cambio de adscripción, bloquea los ascensos, etc. por lo que ya nadie quiere entrar al sindicato, pues temen que luego cuando se quieran salir sufran acosamiento por parte de la secretaria general.

Llama mucho la atención la “agenda de trabajo” del año anterior de esta mujer, ya que sólo figura la “feria de la salud”, muy mal organizada, y diversos festejos con los que pretende distraer a los trabajadores: por ejemplo para el Día de la Madre y el Día del Padre, al no tener un centavo para celebrar dignamente a sus afiliados, le pidió regalos a cuanto funcionario público se le ocurrió.

Se le veía tanto en el Ayuntamiento como en el Palacio de Gobierno.

Hubo descontento de los compañeros por sus mediocres festejos del día del padre y de la madre, pues aseguran que le donaron buenos regalos y ella se quedó con “todos los buenos” y se dedicó a rifar trastes de plástico, de modo que en la fiesta de Navidad le hicieron la “ley del hielo” y de las doce mesas que puso sólo una se ocupó.

Por otra parte, es muy evidente la falta de preparación de la lideresa a la cual siempre le gusta gritar a los cuatro vientos que “solo le falta el título para ser Abogada”, pero la verdad le falta muchísimo, pues su falta de educación se refleja en sus escritos, en su lenguaje y en su forma de proceder tan inmoral.