NUEVA YORK (AP, Notimex y EFE).— La tormenta invernal que azota la costa este de Estados Unidos con vientos gélidos, nevadas y hielo parece seleccionar un blanco distinto cada día.

Las temperaturas en el noreste de Estados Unidos se desplomaron a mínimos históricos la madrugada de ayer al descender hasta los 35 grados centígrados bajo cero en algunas zonas.

La costa atlántica se mantiene con temperaturas bajas desde que la tormenta invernal “Grayson” se fortaleció para convertirse esta semana en lo que se denominó un “ciclón bomba”, con acumulaciones de hasta cuatro centímetros de nieve.

El Servicio Nacional del Clima (NWS) emitió advertencias de viento frío para Vermont, Nueva York, Virginia, Virginia Occidental, Maryland y Maine.

Sensación térmica

La advertencia también está vigente para Nueva Hampshire, en donde el factor de enfriamiento del viento producirá sensación térmica de hasta siete grados bajo cero en las Montañas Blancas.

“La masa de aire del Ártico y las rachas de viento peligrosamente fríos se esperan en gran parte de los dos tercios orientales del país durante este fin de semana. Muchas marcas diarias de temperatura pueden romperse”, dijo el NWS en su cuenta oficial en Twitter.

Los meteorólogos pronostican que las temperaturas en las Montañas Berkshire, en el oeste de Massachusetts, podrían bajar hasta 37 grados centígrados bajo cero.

En algunas partes de Nueva Hampshire y Maine podrían experimentarse temperaturas de 42 grados centígrados bajo cero, y las regiones montañosas de Vermont podrían sentir 45 grados centígrados bajo cero.

“Definitivamente es frío y el tipo de frío escalofriante que ocurre pocas veces”, dijo Dan Hofmann, meteorólogo del NWS en Baltimore, quien agregó que la última vez que ocurrió un frío extremo fue en febrero de 2015.

Las temperaturas alcanzarán casi cero grados desde Filadelfia hasta Boston, con vientos que hacen descender la sensación térmica entre 10 y 20 grados centígrados bajo cero, explicó.

De acuerdo con las autoridades, la tormenta invernal “Grayson” es responsable de al menos 18 muertes hasta este viernes en el este del país, con cuatro decesos en accidentes automovilísticos en Carolina del Norte, y una niña que falleció por el golpe de una camioneta mientras viajaba en trineo en Richmond, Virginia.