MÉRIDA-  Con incredulidad y asombro, pues de niño sus familiares le inculcaros valores y virtudes,  ex amigos y compañeros de Alejandro López Geded se enteran de que está acusado de haber matado de manera sanguinaria a Luis González Contreras.

Sin embargo, amigos cercanos a López Geded, conocido como “Taquito”, indican que, a pesar de tener un carácter humilde y sencillo era explosivo y terminaba a golpes las discusiones con sus compañeros.

Como hemos publicado, “Taquito” mató de un mazazo al fotógrafo Luis González, luego lo desmembró con un cuchillo, lo puso en bolsas de plástico y luego lo llevó a tirar a un basurero clandestino de Chelem.

Luego de conocerse la noticia del asesinato, familiares, amigos y compañeros más cercanos de este joven se preguntan ¿Quién era realmente Alejandro López Geded? ¿A caso detrás de “Taquito”, quien vivió y creció en una familia llena de armonía y de valores se escondía un asesino?.

“Taquito” siempre se caracterizó por ser un joven de valores y de enseñanza, porque así lo forjaron sus padres, quienes desde muy temprana edad le enseñaron los valores del respeto, la amistad y humildad, de modo que Alejandro compartía cuarto con sus dos hermanos menores que él.

“Taquito” es recordado por sus amigos más cercanos por ser amante de los deportes, pues le encanta el fútbol al igual que desde pequeño practicó el Tae Kwon Do.

De pequeño, a Alejandro  le encantaba salir a las ramadas con sus compañeros de escuela y con sus hermanitos, para después dividir la ganancia entre todos. Solía invitar muy seguido a sus amigos más cercanos a su hogar, ubicado en el fraccionamiento “San Nicolás Norte”,  para convivir.

El cariño y los valores de la familia siempre estuvieron muy presentes en su hogar, la sencillez de sus padres también fue parte de él durante su niñez.  En la escuela primaria, la “José N. Ureta Carrillo” era un joven dedicado al estudio, cumplido con sus horarios y reglas.

A pesar que sus padres contaban con buena solvencia económica, “Taquito” siempre fue humilde y sencillo; siempre demostraba los valores que le inculcaron; sin embargo, desde pequeño demostró que la ira lo cegaba en situaciones difíciles, de modo que siempre terminaba en golpes los conflictos que tenía con sus compañeros.

Ese temperamento, que lo llevó a matar al fotógrafo Luis González, más tarde lo harían dejar su hogar y buscar nuevos rumbos. Pero todo esto cambió cuando “Taquito” llegó  a la juventud, pues abandonó los estudios, las relaciones familiares se pusieron muy malas y de cualquier casa lo sacaban debido a su mal carácter.

Se dice que ese carácter explosivo que tenía lo llevó a ser una persona con múltiples problemas de personalidad.

Además del deporte de contacto, que era una de sus aficiones, también le agarró el gusto a la charrería y los caballos, afición que lo llevó al rancho “San Rafael”, en donde fue acogido por el dueño Roberto López, en donde “Taquito” en poco tiempo se ganó un lugar y respeto.

Comenzó a trabajar en el rancho como encargado de la tiendita, además de trabajar en el conocido gimnasio eXersiter, de Plaza Altabrisa, donde su curriculum lo amparaba como instructor de boxeo.

Aunque no era carnicero, aprendió a hacer cortes a las reses y cerdos, de modo que eso le sirvió para desmembrar a Luis González.

A sus 27 años, “Taquito” cambió su destino al asesinar a su compañero con un mazo, para después arrastrar su cuerpo hasta el baño, en donde lo destazó con un cuchillo y le separó las extremidades del torso.

Después, subió al techo del domicilio ubicado en Jardines del Norte con el cuerpo para prenderle fuego y así desfigurarle el rostro y que quedará irreconocible. Cubrió el cadáver con cal dentro de un costal. Esa misma noche utilizó el vehículo del fotógrafo para dirigirse al basurero de Chelem, donde fue encontrado.

Diferentes versiones proponen que fue envidia lo que llevó a Alejandro a matar a su compañero de cuarto de una manera sanguinaria, sin embargo, también se especula una deuda de dinero.

Ahora, si se acoge a un procedimiento abreviado, que implica que confiese su sádico crimen, “Taquito” podría recibir una condena menor a la mínima (menos de 20 años de cárcel) y si se va a juicio oral y se le condena podrían darle la pena máxima de 40 años.