MÉRIDA.- El instructor de boxeo Alejandro López Geded fue imputado como probable responsable de dar muerte, desmembrar y tratar de calcinar a su compañero de cuarto, el fotógrafo de sociales Luis Abraham González Contreras.

Durante la audiencia que tuvo lugar en el Centro de Justicia Oral de Mérida, la cual tardó varias horas, el juez de control Rómulo Antonio Bonilla Castañeda decretó en contra de López Geded la medida cautelar de prisión preventiva cautelar hasta la audiencia de vinculación, que será este jueves 4 de enero, a las 23 horas.

El juez no tomó en cuenta que se había tramitado un amparo por incomunicación a favor de Alejandro López, ante el juez tercero de Distrito.

Oficialmente, fue “detenido” a las 6:30 de la mañana de este sábado y puesto a disposición del juez, que lo requirió por una orden de aprehensión.

Desde el jueves el inculpado estaba en manos de las autoridades policiacas que, a pesar del Nuevo Sistema de Justicia Penal, continúan con sus viejos vicios.

El móvil del crimen fueron los celos, porque el fotógrafo se había relacionado sentimentalmente con una joven de la que estaba enamorado el ahora procesado.

El crimen fue el 19 de diciembre en un departamento en el fraccionamiento Jardines del Norte.

González Contreras recibió un fuerte golpe en el cráneo, que lo mató y su asesino y compañero de cuarto, desmembró el cuerpo para meterlo en una pita y una bolsa negra.

Antes trató de quemarlo, pero al no lograrlo, metió el cadáver en el auto del ahora occiso y lo fue a arrojar al basurero municipal de Chelem, donde fue encontrado el 28 en avanzado estado de descomposición.

Según otra versión, la víctima y presunto victimario eran pareja; se conocieron desde hace cinco años, pero desde hace unos nueve meses vivían en el mismo predio y el día de los hechos, el 19 de diciembre, luego de una discusión entre ellos, al parecer por una deuda, el joven Alejandro López sometió a Luis Abraham y le aplicó una llave de lucha libre, aprisionándolo del cuello hasta dejarlo sin sentido.

Esta segunda versión indica que con un mazo que había en una bodega lo golpeó en la cabeza, al verlo muerto decidió deshacerse del cuerpo, en el baño lo desmembró cortándole los brazos, las piernas y la cabeza, los miembros despedazados los embolsó y luego los llevó a tirar al basurero clandestino ubicado a la vera de la carretera de Chelem.

Lo anterior, según relató el propio imputado ante la autoridad ministerial en forma voluntaria y espontánea, con la asistencia de un defensor público.

Regresó a su casa y cargó en su vehículo con un bulto de cal y combustible, regresó a Chelem y le prendió fuego para luego tirarle la cal y de nuevo regresó a su casa para limpiar las evidencias.

Ese día, entre las 09:30 horas y las 10 de la mañana, los dos se encontraban en el predio marcado con el número 256 de la calle 23 entre la 20-D y G del fraccionamiento Jardines del Norte de la ciudad de Mérida, en un momento dado el ahora imputado lo sometió hasta dejarlo inmóvil y con un mazo lo golpeó en la cabeza, causándole la muerte por traumatismo craneoencefálico.

Horas después decapitó y descuartizó el cadáver, colocando en bolsas las partes del cuerpo del fotógrafo.

Tuvo las bolsas con las partes desmembradas durante dos días, ya que fue hasta el 21 de diciembre cuando las trasladó hasta el basurero de Chelem, donde arrojó las bolsas y el día 23 regresó a prenderle fuego y echarle cal.

Luego de la audiencia de formulación de imputación por el delito de homicidio calificado, se le aplicó como medida cautelar la prisión preventiva de manera oficiosa por todo el tiempo que dure el proceso.