MÉRIDA.- (El Grillo Mayor) Como novia de pueblo se quedaron los trabajadores del Poder Judicial del Estado, a los que el magistrado y presidente del Consejo de la Judicatura, Marcos Alejandro Celis Quintal, aparentemente les vio la cara con la promesa de aumentarles el sueldo.

Sí, porque de antemano, su supuesta pretensión de aumentar el presupuesto de Poder Judicial del Estado, de 530 millones del 2017 (40 millones se autoasignaron a su fondo de ahorro para el retiro) a 1,068 millones para el 2017, desde un principio resultó un sueño guajiro.

La mentira, era obvia desde un principio, era para que este fin de año los empleados a su cargo no se la hicieran de tos y más porque se está en vísperas de elecciones.

Como es natural, los poderes Ejecutivo y Legislativo, le “sacaron la pelota con casa llena”, de modo que mandaron detrás de la barda a sus supuestas intenciones, aunque estuvo argumentando que el próximo año va a absorber otros tribunales.

Para hacer más creíble su cuento chino utilizó a un movimiento incipiente de trabajadores que se supone pugnan por sus compañeros, para que lo ayudaran a presionar a los otros poderes en su afán de obtener más recursos.

Pero como era obvio, al no rendir cuentas claras, las cosas no se dieron como supuestamente esperaba. Sólo se otorgó un incremento en el presupuesto para el 2018 del 2018.

Sin embargo, lo que no aclaró es que los tribunales que va a absorber el Poder Judicial del Estado tienen sus propios recursos.

Y eso de que se van a construir nuevos edificios para esos tribunales también es una gran mentira –a medias, desde luego- porque son los gobiernos del Estado y Federal, quienes absorben los costos.

Vaya, apenas se incrementaría el gasto corriente en la nómina del Poder Judicial. De plano que Marcos Celis está barriendo con la quinta y los mangos.