MÉRIDA.- Con un mensaje de fe, optimismo y esperanza llega a Yucatán monseñor Ignacio Samaán, arzobispo metropolitano de México, Venezuela, Centroamérica y El Caribe de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía.

–El 4 de noviembre pasado, el Patriarca Juan X me dio el nombramiento y desde esa fecha estamos visitando todas las iglesias de Venezuela, México, Centroamerica y El Caribe –manifestó en rueda de prensa.

En compañía del padre Cosme Andrade, archimandrita de la Iglesia Ortodoxa de Yucatán; Russel Santos y el padre Elías Carrillo, así como Roberto Abraham Mafud, reveló que es la tercera vez que llega al Estado, pero su primera como Arzobispo: “en esta visita queremos enfatizar la presencia de la Iglesia Ortodoxa y la misión de nuestra fe en estas tierras y su pertenencia a México, en el que somos y pensamos ser parte de su tejido”.

–¿Cómo ve la fe de los yucatecos?

–A los yucatecos los caracteriza la sinceridad, es un pueblo sincero y eso se refleja en la seguridad del Estado; al ser un pueblo culto, es muy congruente para aceptar la fe, creo que los yucatecos son personas de fe, aptos a realidades del Espíritu y la luz –indicó.

— ¿Qué mensaje le daría al pueblo del Sureste?

–Un mensaje de fe, optimismo y esperanza para Yucatán, México y el mundo: “no estás solo, Dios está contigo”, la presencia divina eleva el cristianismo –indicó el sucesor del Arzobispo Antonio Chedraudi Tannous.

–En Yucatán, se registra uno de los índices más altos en suicidio, sobre todo en los jóvenes y niños, ¿de qué manera la Iglesia Ortodoxa podría ayudar para evitar ese problema social?

–No sabía de esas cifras. Yo creo que la solución está en Dios, tener a Dios en el centro de la vida. Actualmente, el eje de la sociedad es el ego, es la persona misma, entonces el hombre se compara consigo mismo y eso lo decepciona muchas veces. En cambio, si Dios está en el centro, si tiene la moral del Evangelio, entonces “sabrás que no estás solo, Dios está contigo” –respondió y aprovechó para brindar una bendición a los presentes.

Finalmente, comentó que la Iglesia Ortodoxa está abierta para todos, incluso para los políticos, aunque declinó responder sobre la política en México.