Mérida.- Desde hace dos semanas, bisoños aprendices del arte de la guerra ejercitan las neuronas los domingos mediante cerebrales batallas en palestras cuadriculadas en la céntrica “Casa del Ajedrez”, como se le conoce también a Plaza Diamante, ubicada en la calle 62 x 63, contra esquina del Zócalo de Mérida.

 

Con títeres, un tablero mural y cuadros al óleo, la joven entrenadora Steicy Rubí Balam Ballote busca que los niños ejerciten las neuronas con el cálculo y un derroche de fantasía y creatividad.

Las clases, que comienzan en punto de las 11:30 horas y terminan a las 14:30, son completamente gratuitas. Los asistentes sólo necesitan llevar una buena dosis de entusiasmo y espíritu de lucha, cualidades fundamentales para tener éxito en el universo de las 64 casillas.

La edad mínima de los aprendices es de seis años, pero se aceptará incluso a los adultos mayores que quieran recibir vacunas contra el mal de Alzheimer, pues es de sobra conocido que la práctica sistemática de la milenaria disciplina es el mejor antídoto contra ese flagelo de la humanidad.

Steicy Rubí, experimentada instructora, enseñará cómo se mueven alfiles, torres, peones, caballos, damas y reyes sobre filas, columnas y diagonales en la liza bicolor, no necesariamente en blanco y negro.

De hecho, en la “Casa del Ajedrez”, donde tiene su sede el “Bobby Fischer”, el club independiente más dinámico de México, los trebejos y los tableros suelen ser muy coloridos, de tonos vivos para atraer el interés de los niños.

Los talleres de juego ciencia son patrocinados por  “Diagonales”, tienda de artículos ajedrecísticos, y “Yéeybil kaab” (Miel selecta), local dedicado a la venta de miel maya, ambos ubicados en la planta baja de Plaza Diamante.