MÉRIDA.- (El Grillo Mayor) El Estado podría pagar un millón 300 mil pesos, luego que la Fiscalía perdió un amparo, para garantizar la reparación del daño moral ocasionado a la víctima del primer juicio oral en Yucatán, en el Nuevo Sistema de Justicia Penal, pues el sentenciado no tiene dinero.

Un litigante confirmó que espera que los familiares de la víctima cobren esta suma, pues no se tuvo el cuidado, en el mencionado juicio, de buscar los mecanismos para garantizar el cobro del monto a que se condenó a pagar al vigilante privado Víctor Fernando Euán Pacheco, que matara a golpes y patadas a su vecino, el profesor de primaria Miguel Ángel Valencia Madera.

El juicio oral concluyó el 15 de abril del 2015 y ahora, después de mucho batallar, los familiares exigen la lógica compensación por la pérdida de su ser querido.

De no modificarse la legislación o combatir esta laguna legal, esto generaría una avalancha de amparos por las decenas de juicios orales en los que se ha sentenciado a todo tipo de delincuentes, a los que también se les ha condenado al pago de una reparación de los daños ocasionados.

También estarían contesiderados los casos de juicios abreviados, por medio de los que los condenados han aceptado su responsabilidad en los hechos punibles.

Por si fuera poco, esta medida abarcaría el Antiguo Sistema Penal o Inquisitivo, puesto que con las modificaciones legales de puesta en marcha de medidas cautelares en el mismo, los delincuentes sentenciados, también serían beneficiados.

Antes de la entrada en vigor del Nuevo Sistema de Justicia Penal, al condenado, además de su sanción corporal, se le imponía un pago por concepto de reparación del daño ocasionado, que, en caso de no poder cubrir, tendrían que pasar un tiempo más en la cárcel.

Ahora, si se le condena a una pena corporal y no puede pagar, sólo estaría privado de su libertad por el tiempo que marca la ley.

Es por eso que se creó un fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral del Daño, que de la noche a la mañana se quedaría corto.

En pocas palabras, esto significa que con los impuestos de todos los contribuyentes, los delincuentes de ayer, hoy y mañana, podrán “pagar” a las víctimas con el dinero de otra gente. Ahora bien, hay que ver cómo se la zafan.