MÉRIDA.- Debido a que aceptó que le hacía el sexo oral y obligaba a su cuñado de 6 años a hacerle lo mismo, y hasta eyaculaba en su boca, mediante un procedimiento abreviado Ángel Jesús Flores Pech sólo fue condenado a tres años de cárcel, susceptibles de conmutar con un pago con tal de no permanecer en prisión.

El Nuevo Sistema de Justicia Penal privilegia al delincuente confeso y revictimiza a la víctima, que no tiene otra opción que aceptar lo que la justicia le ofrece.

Al confesar este delito, Ángel Jesús no pasará este tiempo en prisión, pues la pena corporal no rebasa los 4 años y tiene derecho a pagar para abandonar la cárcel, porque así lo pactó.

Se le impuso también el pago de $6,403 (80 días multa) y que deposite 30 mil pesos por concepto de reparación del daño moral ocasionado. Se le amonestó, le suspendieron sus derechos político-electorales y se le prohibió acercarse a la víctima y a la casa de ésta.

El juez reclasificó el delito de abuso sexual equiparado (3) a abuso sexual.

En al menos tres ocasiones este sujeto, cuando estaba en una casa del fraccionamiento Villas del Sol y en otro de Paseos de la Fuente, al hallarse a solas con el menor, por la confianza que se le tenía, obligó al chamaco a que le haga el sexo oral, porque lo bañaba.

Hasta eyaculaba en la boca del niño y, no conforme, él también le hacía sexo oral.

El primer ataque fue en noviembre del 2012; otra ocasión fue en diciembre del 2012, y después de esa fecha muchos sábados más hasta que la última vez que sucedió fue el 1 de enero del 2015.

Aprovechaba que la víctima no tiene la capacidad para comprender la naturaleza del hecho, que se quedaba a solas con él y lo bañaba.

Culminaron los abusos cuando el menor tenía 9 años y se daban los mismos porque el infante era hermanito de la pareja sentimental del ahora sentenciado.