MÉRIDA.-  Jacobo Eduardo Cano Uicab fue condenado a cuatro años de cárcel, luego de confesar que le metió los dedos en la vagina a su empleada de 16 años de edad, en la bodega de la marisquería “El Pesco-Zon”, del fraccionamiento Prado Chuburná.

Sin embargo, Cano Uicab no pasará su condena encerrado, porque ya reparó el daño al pagar una indemnización. Esta condena se dio por medio de un procedimiento abreviado, al que le dio el visto bueno la juez de control Elsy del Carmen Villanueva Segura.

A este depravado sujeto se le impuso una amonestación pública; la suspensión de sus derechos políticos, y se le prohibió acercarse a la víctima y al domicilio de ésta durante tres años. Hay que precisar que los beneficios otorgados son sustitutivos a trabajo en la comunidad y se accedió a la devolución de un indicio.

Los hechos ocurrieron el jueves 10 de agosto, a las 11 horas, cuando el sujeto entró a la bodega de la marisquería “El Pesco-Zon”, ubicada en la calle 13 entre 26-A y 26-B del fraccionamiento Prado de Chuburná, de la que es dueño.

En ese momento la menor estaba solita, pues limpiaba, ya que es empleada del acusado desde hacía tres meses. El individuo cerró la puerta de la bodega y supuestamente jaló a la menor del cabello, para manosearla lascivamente.

La menor logró incorporarse para salir, pero de nuevo la jaló del cabello y tiró al suelo, donde la despojó de sus ropas e introdujo sus dedos en la vagina.