MÉRIDA.- Gracias al nuevo sistema de “justicia” penal, el tabasqueño Florisel Cruz Alonzo (a) “Chopete”, fue beneficiado con una libertad anticipada y apenas estuvo en la calle, en agosto de este año (2017) entró a robar a la casa de un anciano del rumbo de Santiago, al que mató, luego de torturarlo.

Fue detenido en cumplimiento de una orden de aprehensión, por el homicidio de Jorge Arturo González Canto, de 71 años de edad, al que asesinó el 22 de agosto pasado.

Este sujeto fue condenado a ocho años de cárcel y no hizo ni la mitad del tiempo en ese lugar, porque la juez segundo de ejecución de sanciones lo liberó antes de tiempo, en cumplimiento de la Nueva Ley de Ejecución Penal.

Había participado en un asalto a mano armada, a plena luz del día, a un expendio de carne ubicado en la calle 52 entre 65 y 67, del centro, junto con otro sujeto y que al huir, robaron un auto que chocaron.

En una misma audiencia en la que lo imputó y vinculó a proceso por el delito de homicidio calificado, el juez Rómulo Antonio Bonilla Castañeda le impuso la medida de prisión preventiva oficiosa por todo el tiempo que dure el proceso y estableció el cierre de investigación en cuatro meses.

Los hechos que ahora se le acusan al “Chopete” ocurrieron el 22 de agosto pasado, entre las 10:40 horas y las 13:40 horas, cuando Cruz Alonzo, en compañía de otros sujetos, ingresó al predio marcado con el número 512-A, de la calle 59-A entre 74-A y 76 de Santiago.

En este lugar estaba el anciano, al que sometieron y amordazaron con cinta canela, para proceder a golpearlo y torturarlo, ocasionándole lesiones que le causaron la muerte.

La causa de la muerte fue certificada como asfixia por sofocación secundaria a obturación de orificios respiratorios.

Es decir, lo sometieron, golpearon y torturaron, para luego dejarlo morir asfixiado con cinta canela, al taparle la nariz.