MÉRIDA.- Con toda la irresponsabilidad del mundo, una joven mamá acudió a un baile de luz y sonido en el fraccionamiento Piedra de Agua, Umán, pero llevó a su hija de unos cinco años de edad, quien hasta las dos de la madrugada sólo veía como su madre bailaba con diversos hombres.

Cansada de esperar a su mamá, la pequeña por ratos se sentaba en la acera, mientras cuidaba un bulto de la mujer; luego se paraba mientras veía como la mamá se divertía y ensayaba pasos para agradar a su pareja, sin importale que a esa hora la niña debería estar en su hogar durmiendo.

[mom_video type=”youtube” id=”Q-N1ZO7Swus”]