PROGRESO.-  Durante la jornada turística del crucero Carnival Valor meseros, vendedores de artesanías, trovadores y tour operadores se quejaron de la presencia de tres sujetos que recorrían la playa y abordaban a los pasajeros para ofrecerles bebidas o cambiarles dólares, a fin de ver cuánto dinero llevaban.

Esto es el reflejo de la poco o nula vigilancia de parte de la policía municipal, pues todo indica que al alcalde José Cortés Góngora le interesa velar por los “moches”, chanchullos y demás “bisnes”, que fomentar un lugar turístico seguro.

El Carnival Valor, segundo crucero de la semana, dejó buena derrama económica en el puerto, pues mil pasajeros se quedaron en la ciudad durante seis horas y compraron cervezas, hamacas y artesanías; rentaron sombrillas, pasearon en bananas y contrataron masajistas.

El Carnival Valor trajo a 3,400 pasajeros y atracó a las 9:33 en la terminal remota y zarpó a las 6 de la tarde; fue considerado por los prestadores de servicios como un buen crucero, pues los turistas gastaron y la mayoría de los vendedores, artesanos y restaurantes tuvo ganancias, incluso los trovadores que solo reciben propinas.

Pasajeros jóvenes participaron en varios juegos que les ofrecieron en un restaurante que tiene playa en el malecón, como premio recibían tequila y cervezas.

De acuerdo con los prestadores de servicios, uno de los tres sujetos que abordaban a los turistas sacó de una mochila una botella de licor que ofreció a un grupo de pasajeros, pero resultó que los turistas son latinos y hablan español, les dijeron que no era whisky lo que ofrecían sino licor adulterado; al ser descubiertos, se retiraron de la playa.

En opinión de los informantes, la acción de esas personas que se han infiltrado en la actividad turística causará más problemas para el turismo del puerto.