MÉRIDA.- (El Grillo Mayor) Ahora que ya tiembla en Yucatán, ha quedado en el olvido esa frase que inmortalizó Germán Valdés (Tin Tan), que en una de sus películas decía “Si se acaba el mundo, yo me voy a Mérida”, porque ha dejado de ser zona asísmica y ya la naturaleza ha cobrado la factura de tanto desastre que causa la humanidad.

A ver si ya con esto se frena el flujo de “extranjeros” mexicas y de otras etnias, por estas lajas, a menos que se les siga enviando el mensaje que “Yucatán es el Estado más seguro del país”…, pero para delinquir.

Pues bien, en el mismo tenor de los movimientos de la Tierra y de los desastres, se vislumbra un terremoto laboral que gestan numerosos trabajadores al servicio del Poder Judicial del Estado, cansados de las constantes amenazas y chicanerías a los que los someten los integrantes del Consejo de la Judicatura.

Hasta los uniformes que les dieron hace poco, a muchos les ha ocasionado irritaciones en la piel, por lo tan corriente de la tela con que fueron confeccionados. Ni hablar de los logotipos bordados en color blanco, en las prendas del mismo color, que ni se ven.

Entre los licenciados y demás, se menciona, textualmente, que la tela es un “80% de botellas de plástico recicladas y el 20% restante sosquil” y que “hasta el olán para colar el caldo para los tamales colados es más fino”.

Hijo de tigres sale pintito: “Bisnes de Carlos Satur Ceballos

Nos informan que quienes se han estado embolsando los billetes a diestra y siniestra, son la consejera Melba Méndez y Carlos Satur Ceballos Farfán (hijo del Cheché), administrador de este órgano.

Esto porque desde principios de año, con el presupuesto al 100%, no han surtido ni de papel sanitario e implementos para el aseo de los edificios.

Ni hablar del mantenimiento de los aires acondicionados y otras instalaciones. Siempre salen con que el “consejo” está quebrado.

No aclaran en qué gastan los miles de miles de pesos, que han sustraído de las arcas del Fondo Auxiliar del Poder Judicial en los casos aún no concluidos y por los cuales han presionado a los jueces para que liberen los billetes, como ocurrió en el juzgado primero penal, donde se acaba de concluir el saqueo.

Sin embargo, se sabe que están preparando sus fondos de ahorro para el retiro, porque ya “temen” que posiblemente los llamen a cuentas.

Desde el Congreso del Estado no les van a aprobar más recursos para el ejercicio fiscal 2018, si antes no rinden cuentas claras, no obstante que han estado utilizando a trabajadores para que también los apoyen en sus demandas de más recursos, con la promesa que les van a aumentar en sus bonos de fin de año y en sus salarios. No crean en cuentos chinos, los consejeros no cumplen sus promesas. Ya lo verán, además que le tiraron bronca a la Presidenta de este órgano legislativo y al propio gobernador.