CIUDAD DE MÉXICO.- Darle sexo oral a una mujer embarazada es, a menudo, una cuestión de conveniencia más que cualquier otra cosa. En el momento en que una mujer llega al tercer trimestre, muchas posiciones sexuales se vuelven físicamente imposibles debido al tamaño del vientre, así que podría ser más fácil renunciar a todas las opciones de penetración y simplemente recurrir al sexo oral.

Sin embargo, el sexo oral, específicamente en el tercer trimestre, podría producir algunas consecuencias graves. La situación es suficientemente seria como para que algunos expertos en ETS recomienden que durante el tercer trimestre se evite completamente el sexo oral, ya sea que te encuentres en una relación monógama o no. Suena extraño y discriminatorio que las personas embarazadas deben estar en alerta ante las ETS durante este tiempo, pero échale la culpa a un sistema inmunológico comprometido.

“El mayor riesgo es cuando una mujer contrae herpes en el tercer trimestre”, dice Terri Warren, una enfermera profesional con un historial de especialización en herpes y autora de The Good News About the Bad News: Herpes: Everything You Need to Know (Las buenas noticias sobre las malas noticias: Herpes: Todo lo que necesitas saber). “Si tienes herpes en el tercer trimestre, hay un 50 por ciento de probabilidad de que tu bebé se contagie en el parto. En el tercer trimestre estás inmunocomprometida —un hecho real del embarazo— y tu sistema inmunológico no puede construir una respuesta inmune de la forma en que normalmente lo haría. Tienes una mayor probabilidad de contagiar a tu hijo porque tienes una nueva infección, así que esa combinación… y el hecho de que tienes poco tiempo antes de dar a luz, se conjugan para crear una tormenta perfecta”.

Las implicaciones de Warren sobre una tormenta de posibles complicaciones incluyen una mayor probabilidad de parto por cesárea. En el caso de la infección al nacer, incluso puede conducir a la muerte del niño. Entonces, ¿por qué no hay más ginecólogos hablando del tema?

“Creo que tenemos una situación parecida a la de la Virgen María con las mujeres embarazadas”, dice Peter Leone, profesor de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte. “De alguna manera, las personas tienen relaciones sexuales y quedan embarazadas, pero una vez que quedan embarazadas… no podemos hablar de sexo”. Esa falta de discusión y concienciación es peligrosa, afirma.

La mayoría de las mujeres embarazadas no reciben información sobre las prácticas sexuales más seguras durante la gestación, debido en parte al estigma sexual de que las mujeres embarazadas no son seres sexualmente activos.

Leone, un experto en ETS, dice que la mayoría de las mujeres embarazadas no reciben información sobre las prácticas sexuales más seguras durante la gestación, debido en parte al estigma sexual de que las mujeres embarazadas no son seres sexualmente activos. Leone también observa que aunque los resultados de los pacientes pudieran no salir positivos por herpes al principio de un embarazo, sus parejas son una historia diferente, e incluso podrían contagiarse fuera de la relación en algún momento después de la concepción. Dado que, según Leone, el herpes genital suele contagiarse a través del sexo oral (lo que significa que puedes transmitir el virus a los genitales a través de la boca), a finales del embarazo el cunnilingus podría generar complicaciones graves, ya que el primer brote suele aparecer cuando la respuesta inmune del huésped está comprometida (como ocurre durante el embarazo).

Por supuesto, los resultados negativos que mencioné anteriormente son algunos de los peores escenarios posibles. Antes de decidir la prohibición total del sexo oral, es bueno saber que estos resultados potenciales son prevenibles; con las pruebas, el tratamiento, las acciones y la educación adecuados, pueden evitarse este tipo de complicaciones.

Pero ahí está el problema: muchos pacientes no reciben la información que necesitan durante la gestación. Warren está de acuerdo, pues se percató de esto cuando viajaba por el país realizando conferencias, a menudo sobre herpes.

“Estaba hablando sobre la posibilidad de realizar pruebas sobre herpes en el embarazo”, me cuenta. “Y este médico se enojó tanto conmigo por mencionarlo, que se puso a gritar y me dijo ‘¿por qué arruinar un embarazo perfectamente maravilloso diciéndole a alguien que tiene una infección de transmisión sexual de por vida?’ Y mi respuesta fue ‘¿por qué arruinarías la vida de un bebé perfectamente saludable cuando puedes evitar que suceda?'”

Y si bien la palabra “arruinar” suena dura, Warren no está hablando de estropear la reputación de un infante con una ETS estigmatizada; sino del hecho de que una infección de herpes en el nacimiento puede causar daño neurológico e incluso la muerte. Cuando los adultos contraen herpes, nuestro sistema inmunológico suelen manejar el virus lo suficientemente bien como para que el único efecto secundario sea un brote muy intenso (normalmente, el primero es el peor). Para los recién nacidos, ese primer brote puede llegar a ser, en palabras de Leone, “devastador”.

Warren dice que su sugerencia de realizar pruebas apropiadas, educar y apoyar a las pacientes embarazadas generó una gran molestia por miedo a decepcionarlas. Además señaló que esa respuesta no se acopla al objetivo central de los proveedores de cuidados médicos.

“No se supone que debamos basar lo que hacemos en si son malas noticias o no, no es nuestro trabajo”, dice.

De acuerdo con estos expertos, las mujeres embarazadas pueden evitar contraer herpes durante el final de su embarazo si hacen preguntas, se hacen pruebas cada trimestre, si sus parejas también se las hacen, y si evitan el sexo oral al menos durante los últimos tres meses (lo sé, lo siento). No importa cuál sea tu estado de salud, es una buena guía, ya que, de acuerdo con Warren, el virus del herpes simple pasa desapercibido en los exámenes de anticuerpos tradicionales el 30 por ciento de las veces. Por lo tanto, incluso con las pruebas de rutina, es posible que no lo sepas con seguridad.

Para quienes acaban contagiándose de herpes durante el tercer trimestre, Leone quiere que entiendan que si bien el plan puede haber cambiado, su integridad no lo ha hecho.

“Necesitan saber que no son malas personas”, asegura.

Warren también insta a las mujeres a conocer su diagnóstico, recibir terapia supresora, y asegurarse de no permitir ningún procedimiento invasivo.

“Si te contagiaste al final del embarazo, es decir, en el tercer trimestre, no permitas un parto con fórceps, ni el monitoreo del cuero cabelludo fetal, ni la ruptura prematura de la membrana para inducir el parto, y debes hacerte un examen al momento de dar a luz “, aclara Leone. Si hay un brote entonces es necesaria una cesárea, añade. “Es una manera diferente de hacer las cosas, pero no quieres aumentar el riesgo”.

Evalúa tu situación, habla con tu médico, haz todas las preguntas que tengas que hacer y descubre cómo hacer que el sexo te funcione durante los últimos días del embarazo. El herpes generalmente es manejable, incluso durante el embarazo. Sólo podría significar evitar el sexo oral por tres meses.

EXCELSIOR.-