PROGRESO.— Por la actividad pesquera y turística y por obras marítimas y portuarias, en el puerto hay una arribazón de trabajadores foráneos que se acentúa en los últimos cinco meses del año por la temporada de pulpo.

De acuerdo con permisionarios, dirigentes pesqueros y empleados portuarios, por lo menos hay 3,500 trabajadores foráneos, de los cuales más de 2,000 son pescadores que laboran en los barcos de la flota mayor de Yucalpetén y en embarcaciones ribereñas de este puerto y Chuburná.

La actividad pesquera es la que más foráneos emplea en la temporada de pulpo, por la demanda para los barcos de la flota mayor, que llevan de 13 a 15 tripulantes.

La Unión de Armadores de Yucatán estima que en esta temporada de pulpo hay en barcos de la flota mayor unos 2,000 pescadores que llegaron de Campeche, Tabasco y Veracruz, muchos con familiares que residen en colonias del puerto y en la comisaría de Flamboyanes.

Cuando arriban los barcos de viaje y descargan el producto, muchos pescadores foráneos se quedan en las embarcaciones, donde viven hasta que zarpan de nuevo. Otros aprovechan la estancia de tres a cuatro días de los pesqueros y viajan a sus lugares de origen para visitar a sus familias.

No todos los pescadores foráneos se reúnen en el puerto, porque los barcos no arriban todos a la vez.

Además de los pescadores que laboran en barcos de la flota mayor, hay unos 200 ribereños de Sabancuy, Champotón y Villa Madero, Campeche, que laboran para la empresa Alimentos del Mar y con permisionarios del muelle de La Caleta. Éstos son de ida y vuelta y la mayoría viene al puerto desde hace varios años.

Hay pescadores de Sabancuy que laboran desde hace 25 años para la empresa Alimentos del Mar, como Jorge Rivero Montes de Oca, quien traslada su residencia al puerto durante el tiempo que dura la “pulpeada”.

También llega gente del interior del Estado a trabajar en la pesca de pulpo, como Ismael Chalé, de Hocabá, quien dijo que hay pescadores de Chicxulub Pueblo, Ixil, Umán y otros poblados que llegan solo a la “pulpea-da” porque se gana bien.

En Chuburná, de acuerdo con el permisionario Daniel Castro Narváez, en esta temporada de pulpo laboran unos 200 pescadores foráneos, la mayoría de Tabasco y viven en casas que rentan los dueños de las embarcaciones que los contratan.

Gilberto Pech Castro, comisario municipal de Chuburná, señaló que los foráneos no causan problemas, pues están advertidos de que si ocasionan escándalos y faltan al respeto a los habitantes, en especial a las mujeres, se les expulsará.

Por otro lado, hay trabajadores que llegaron de ciudades del interior del país a laborar en obras que se hacen en la ciudad, comisarías y terminal remota. Son unos 1,000 y ocupan casas que rentan por distintos rumbos del puerto.

Unos 200 trabajadores laboran en la construcción de las torres de nueva empresa harinera en la comisaría de San Ignacio, donde rentaron casas para vivir. El número de empleados a disminuido conforme avanza la obra.

En la construcción de silos de la empresa granelera Multisur y en la instalación de tanques para almacenar combustible que operara Hidrosur, las dos obras en la terminal remota, laboran unos 200 obreros foráneos, en su mayoría especializados en soldadura y armado de estructuras de concreto, quienes también radican en el puerto.

Debido a que Progreso es ciudad con una población de unos 60,000 habitantes y todos los días llegan visitantes, sobre todo los fines de semana del periodo vacacional, no se nota tanto la presencia de trabajadores foráneos, como ocurre en otros puertos del litoral que son pequeños.

Los informantes indican que en Progreso no se expulsa a ningún pescador foráneo, pues solo llegan a trabajar, no traen sus embarcaciones, de modo que no se considera invasión, además de que en los barcos siempre hay demanda de mano de obra. (Diario de Yucatán)