MÉRIDA.- El arranque de furia que lo cegó y lo llevó a actuar como un niño malcriado le costó a Ángel Israel Mena Rodríguez 9,610 pesos, cantidad que le pagó a su vecina de Residencial Pensiones, a la que en 2016, con premeditación, alevosía y ventaja le chocó su auto.

 

Norma Esther Escamilla Novelo, quien con toda conchudez ocupó el lugar de estacionamiento de Mena Rodríguez, lo denunció y en la audiencia de vinculación la mujer  aceptó la reparación del daño y se dio por concluido este caso.

En el desarrollo de la audiencia de vinculación, se llegó a un acuerdo entre las partes y se le otorgó el perdón al sujeto, extinguiéndose de esta forma la acción penal y se decretó el sobreseimiento total de la causa.

La señora Norma Esther por el delito de daño en propiedad ajena y el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero imputó a este sujeto y le impuso varias medidas cautelares.

La violenta acción de este corajudo sujeto se dio el 25 de junio de 2016, a las 13:30 horas, cuando este inmaduro individuo estaba molesto porque su vecina estacionó su Mazda, con placas ZAX-30-41, en las puertas de la casa de Ángel Israel, ubicada en la calle 23 diagonal entre 11-A y 11-A1 del fraccionamiento Residencial Pensiones.

Sin medir las consecuencias, se subió a su auto Nissan, modelo Tsuru, con placas YZK-21-31, se estacionó adelante del Mazda, tomó toda la distancia que pudo hacia adelante y luego con la potencia que tenía se puso en marcha atrás y con la parte trasera de su auto golpeó la parte delantera del otro automotor, causándole daños en su parte frontal inferior.