MÉRIDA.- Contra lo informado, el investigador del Cicy, Mario Rebolledo Vieyra, no se acogió a un procedimiento abreviado y nunca confesó haber abusado sexualmente de su hija de 4 años de edad, sino que fue sometido a un juicio oral y el Tribunal Segundo de Enjuiciamiento le impuso una sentencia condenatoria por el delito de abuso sexual.

En medio de un manejo cerrado del caso, la información fluyó de manera equivocada, de modo que primero publicamos que Mario se acogió a un procedimiento abreviado, pero al seguir con las investigaciones del caso obtuvimos como respuesta que fue enjuiciado. Se dice que en este caso hubo mucho manejo de dinero.

Al ser encontrado culpable de este delito se le impuso la sanción de 2 años 8 meses y 1 día de cárcel. También se le condenó a la pérdida de los derechos de familia; al pago de la reparación del daño moral, por 20 mil pesos; la reparación del daño material por 56,586 pesos.

Si hubiera alguna cantidad de más a cubrir deberá ventilarse ante el juez de ejecución de sentencia mediante el trámite correspondiente.

Al investigador se le prohibió acercarse a la víctima; se le amonestó públicamente, y le suspendieron sus derechos políticos, pero tiene derecho a la sustitución de sanciones. Está libre al pagar una cantidad de dinero para no estar en la cárcel.

Rebolledo Veiyra tiene la oportunidad de interponer un recurso de casación para inconformarse con el fallo que le fue adverso, aunque el Tribunal Superior de Justicia puede confirmar la sanción, disminuirla o aumentarla.

Este sujeto fue condenado cuando, sin el propósito de llegar a la cópula, ejecutaba en su hija actos lascivos, pues la desvestía y pasaba la lengua sobre la vagina, al igual que le frotaba el pene, etc., y sometía a prácticas sexuales no acordes a la edad de la infante.