MÉRIDA.- Pequeños productores de poblaciones rurales realizaron ayer un plantón y cierre de oficinas de la delegación estatal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) durante dos horas y media porque, aseguraron, los marginan de los programas agrícolas y sociales.

La protesta campesina también es porque el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TLCAN) sólo beneficia a los grandes productores, a los capitalistas y latifundistas, pues éstos reciben los apoyos, y porque la Ley Agraria no protege a los dueños de tierras ejidales.

El vocero del grupo inconforme, Bartolomé Puga Torres, representante estatal de la Coalición Nacional Campesina y Urbana, denunció que la marginación de los campesinos de los programas agropecuarios es parte de la estrategia para desalentar a los pequeños productores y obligarlos que vendan sus tierras a los especuladores y capitalistas a precios muy bajos, ya que pagan $15 mil la hectárea.

Hoy se jueves inicia la revisión del TLCAN en la hacienda Ochil (en el municipio de Abalá), donde los equipos de trabajo de los secretarios de Agricultura de México, José Calzada Rovirosa, y de Estados Unidos, George Perdue, analizarán los términos de ese acuerdo trilateral (Canadá está incluido, pero no estará en la reunión).

Este evento será hoy y mañana en Ochil y la Sala Mayamax del Gran Museo del Mundo Maya. Además de la reuniones de trabajo, los secretarios de Agricultura visitarán las instalaciones de la procesadora Kekén, hoy a las 3:45 de la tarde.

El grupo campesino inconforme se plantó a las puertas de la Sagarpa a las nueve horas y colocó cadenas y candados nuevos a las rejas de los accesos. Los trabajadores que estaban en las oficinas y los policías de la guardia quedaron encerrados momentáneamente. Durante el cierre de la delegación no hubo violencia.

Quienes llegaron para realizar algún trámite o continuar con sus cursos de manejo de proyectos productivos no pudieron entrar de nueve a 11:30 horas.

Los manifestantes abrieron las puertas porque el delegado de la Sagarpa, Pablo Castro Alcocer, ofreció la revisión de los proyectos rechazados y la gestoría para el pago de los proyectos aprobados, así como para que concreten su plan de siembra de 333 hectáreas de frijol.— Joaquín Chan Caamal

Castro Alcocer informó que básicamente son tres reclamos: no les han suministrado el dinero de 29 proyectos aprobados por un monto de $3 a $4 millones, no están de acuerdo con la calificación de sus proyectos que les fueron rechazados, y piden apoyo para que siembren extensa superficie de frijol.

“Consideran que no les calificamos en forma correcta, lo vamos a revisar”, dijo el delegado federal. “La falta de pago y apoyo es un tema presupuestal y continuaremos las gestiones en las oficinas centrales”.

El vocero de los campesinos dijo que la Sagarpa no respeta sus propias reglas de operación porque descalificó los proyectos de la CNCU alegando que “no estaban en zonas marginadas”, pero sus afiliados viven en zonas indígenas, que también lo permite la norma.

Para apoyar esta demanda, mujeres y campesinos de Zavala (Sotuta), Hoctún, Libre Unión, Santa Elena, Muna, Yaxkukul, Tabí (Sotuta), Acanceh, Petectunich (Acanceh), entre otras poblaciones, hicieron acto de presencia para que las autoridades vean que son indígenas mayas.

“Los que exportan son los capitalistas, los intermediarios, los grandes productores”, subrayó. “A nosotros no nos dan nada”.

El dirigente informó que la CNCU tomó instalaciones de la Sagarpa en muchas entidades federativas, entre ellas Yucatán, Campeche, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y otras del Norte porque es la misma situación: marginan a los pequeños productores. (Diario de Yucatán)