CIUDAD DE MÉXICO.- Siempre pensamos en estar felices todo el tiempo y evitar la negatividad. Estamos en una constante búsqueda de este estado emocional y evitar cualquier cosa que nos lo pueda quitar.

Asumir que los demás son siempre felices es el mayor malentendido de la felicidad. La mayoría de las personas asumen que los demás son felices todo el tiempo. Desde la infancia, estamos condicionados a perseguir la idea del “felices para siempre” que vemos en los cuentos de hadas. En las redes sociales, todo el mundo tiende a compartir sólo los aspectos más interesantes de sus vidas (incluyendonos). Así que es muy fácil tener una visión distorsionada de lo que es la “felicidad” a nuestro alrededor.

Lo cierto es que siempre falta algo. Nadie tiene una vida perfecta, incluso las celebridades más glamurosas o los multimillonarios más ricos, cada uno tiene su propio conjunto de desafíos y problemas.

Deja de tratar de ser feliz, solamente sé.

Olvida la creencia de que una vida perfecta significa felicidad. Experimenta los dolores de los desafíos de por vida que nos impulsan a cuidar de otros cuando están experimentando lo mismo. Si la vida fuera perfecta, no podrías sentir empatía. Si la vida fuera perfecta, no crecerías.

Para ser verdaderamente feliz, deja de perseguir la felicidad permanente. Suena como una paradoja. Acepta que habrá altibajos durante toda la vida y que justo esos momentos altos y bajos, te darán experiencia y comprensión.

SDP NOTICIAS.-