MÉRIDA.- Las Grutas de Tzab Nah, ubicadas en Tecoh, Yucatán, ofrecen diversión sin límites: escalarán laberintos de rocas, atravesarán 13 cenotes, descubrirán el escondite de los mayas macehuales y podrán zambullirse en aguas cristalinas.

Visitar las Grutas de Tzab Nah, ubicadas en Tecoh y a 40 minutos de Mérida,  fue toda una aventura: entras y, aunque tienes linterna y casco protector, la primera impresión que recibes es que estás en un set de películas de terror, pero a medida que avanzas descubres algunos misterios de la Madre Tierra y hermosas formaciones rocosas que dan origen a los cenotes.

 

-Aquí se escondieron los mayas macehuales, cuando estaba en su apogeo la Guerra de Castas- explica el guía don Juventino Chan May, uno de los seis ejidatarios de Tecoh que tienen a su cargo las visitas.

Al avanzar, explica el origen de hermosas formaciones rocosas y fósiles de conchas y peces, “eso muestra que antes, estas cavernas estaban llenas de agua. La corriente del mar tenía tanta fuerza que al golpear la roca dio origen a estos campanarios”.

Las estalactitas, estalagmitas forman jardines de extraña belleza en las Grutas de Tzab Nah, que en lengua maya significa Casa de Serpiente, pero además, el visitante descubrirá algunas rocas en forma de cocodrilo, elefantes o todo lo que tu mente pueda imaginar.

Hay un pasadizo como deporte extremo: subes a una pendiente, escalas con ayuda de una soga, luego pasas pecho en tierra, se agranda esa parte de las grutas y pasas a gatas hasta llegar a una zona que te permitirá descubrir el cenote más grande y de extraña belleza de los 13 que hay en el interior.

El cenote, cuyas aguas profundas a veces son claras –gracias a los besos que le dirige Kim (dios del Sol) desde un claro alto- es como el premio final al kilómetro que recorriste bajo las entrañas de la Madre Tierra.

-Queremos que la gente venga a conocer estas Grutas de Tzab Nah, aquí les entregamos un casco protector y una linterna para que vivan una aventura bajo tierra- dice don Cecilio Chan Ancona, encargado del lugar y señala la importancia de aprovechar las vacaciones de verano.

 El precio de entrada asciende a 70 pesos (adultos) y 50 (niños), “no es caro porque deseamos que más gente conozca este lugar lleno de misterio y aventura.

 Las trabajadoras sociales Alejandra Gamboa, Leslie Amaro, Rocío Soberanis y Glendy Méndez  impulsan la zona gracias a un proyecto turístico que presentaron en el Instituto Escolar del Sureste “Ignacio Comonfort”, como parte de un trabajo que solicitó la catedrática Micaela Casanova Tun, de la materia de Desarrollo Regional.

-El objetivo es promover las Grutas de Tzab Nah para impulsar la economía de los ejidatarios- explican.

Agradecemos la invitación para conocer el lugar, extensivos para don Leonardo Itzá Canché, Tomás Canché Tun, Manuel Canché Tun y Graciliano Pool Ku, quienes aseguran que no necesitan apoyo gubernamental para modernizar las Grutas de Tzab Nah, “porque deseamos que la gente las conozca rústicas, igual que cuando las descubrimos hace más de 50 años”.

-Las rescatamos del vandalismo, porque se metían jóvenes a pintar sus grafitis, pero ahora, las cuidamos, pusimos algunas sogas como medida de seguridad y construimos un puente artificial, es nuestro patrimonio cultural- dicen con el orgullo a flor de piel.