MÉRIDA.- Ajena a la polémica suscitada dentro y fuera de las fronteras mexicanas por el costo de los bolsos de un diseñador francés, con el que ella contribuyó, junto con otras tres mujeres de Santo Domingo Maxcanú, con sus bordados, María Daysi Balam Cauich continúa trabajando en con la esperanza que sus creaciones despierten el interés de otros diseñadores, a fin de mejorar su precaria situación económica.

La humilde casa de piso de cemento, sin revoco y con la segunda pieza de lámina de zinc, habla por sí sola del esfuerzo que esta mujer realiza todos los días para subsistir, en una comisaría donde la única fuente de ingresos es el taller de bordados y corte que la Fundación Mundo Maya abrió hace 10 años en Santo Domingo.

Los artículos artesanales que elaboran las mujeres de Maxcanú para esta fundación se venden en las exclusivas haciendas-hoteles que reciben a turistas de muy alto poder adquisitivo, al igual que en tiendas de diseñador en varias partes del mundo.

Sentada en su hamaca, que es lo único que tiene para ofrecer a sus visitas, María Daysi relató la forma en que se enteró del costo de 31 mil pesos de las bolsas que bordó para el reconocido diseñador francés Christian Louboutin, recibiendo por cada bordado 235 pesos por parte de la Fundación Haciendas del Mundo Maya, que fue la intermediaria y encargada de contratar la mano de obra de las artesanas yucatecas.

“Fue en un hotel de lujo de Campeche, donde nos llevaron a ver cómo quedó la bolsa que hicimos y nos asustamos cuando nos enteramos que costaba 31 mil pesos, y que era la única que había en toda la región, porque ni a Yucatán ni a Quintana Roo llegó ninguna”, refiere.

María Daysi de 56 años de edad, y 10 de pertenecer al taller de bordado de la Fundación Haciendas del Mundo Maya narra en entrevista: De manera constante la fundación trae a diseñadores de Italia, Francia y otros países para encargar mano de obra para sus piezas.

Pero con Christian Louboutin, dice con una voz que delata decepción, es la primera vez que nos pagan bien.

Christian Louboutin llegó a la comunidad a conocer nuestro trabajo y nos pidió un catálogo para escoger el bordado, para ello hicimos 27 diseños de los cuales el eligió tres para decorar los bolsos, que fueron figuras de flores, ángeles y mestizas, subrayó.

Además, el diseñador solicitó dos mil bordados, pero al ser solamente cuatro las bordadoras de Santo Domingo, la fundación acudió a otras de los municipios de Tekit, Oxkutzcab y Maní, a fin de cubrir y cumplir con el pedido.

En el caso de Maxcanú, en Santo Domingo las mujeres en el taller se elaboraron 300 bordados de diciembre a marzo, en un horario de 8 a 19 horas, con una hora para comer. Cada pieza les ocupó un día de trabajo.

Durante los meses de trabajo para el diseñador, la artesana yucateca cobró en cuatro ocasiones alrededor de cinco mil pesos en la Fundación Haciendas del Mundo Maya, dinero que empleó en la construcción de su casa, que se encuentra en obra negra.

Sobre el polémico asunto de las artesanas yucatecas, la encargada de comunicación de la Fundación Haciendas del Mundo Maya, Graciela Zavala, calificó de justo el pago hecho a las artesanas porque solo bordaron un pequeño paño que es una de las muchas partes que conforman el bolso del francés.

Sin embargo, la Fundación Haciendas del Mundo Maya recibirá el 10 por ciento del total de las utilidades generadas por la venta de los bolsos, recursos que dicen invertirán en instalar nuevos talleres en Yucatán para dar más trabajos a las mujeres de la entidad.