Mérida.- La familia Galaviz Medina posicionó a Yucatán como una de las mayores potencias del ajedrez, tras adueñarse de las medallas en la Olimpiada Nacional 2017, al traer ocho de las nueve que obtuvo la delegación en el deporte-ciencia.

Sion Galaviz Medina, hijo del matrimonio entre Manuel Antonino Galaviz Valdez y Patricia Medina Molina, se apropió de siete medallas de oro en la máxima justa amateur a nivel nacional que tuvo lugar en Guadalajara, Jalisco y su hermana Aioria obtuvo un bronce.

Ellos son 9 hermanos y hermanas llamados Aldebarán, Atlas, Seya, Kaysa, Ades, Andrómeda y Cronos que son entrenados por Antonino, quien asegura que la mayoría aprendió a jugar a los tres años, de los cuales ocho lo practican con regularidad, lo que lo llena de emoción.

En entrevista, el padre y coach afirmó que esta es una herramienta útil para transmitir diversas enseñanzas a sus hijos porque fomenta la convivencia sana, hacen amigos, viajan  y desarrollan su intelecto lo que se ve reflejado en la capacidad de abstracción, toma de decisiones, pensamiento crítico, memoria y aprovechamiento escolar, asimismo les puede abrir puertas para alguna universidad.

Para obtener estos excelentes resultados entrenan en intervalos durante el día, mediante una técnica que Manuel Galaviz llama “entrenamiento informal” en el que compiten entre ellos a manera recreativa y deportiva.

Por su parte, Sion de tan sólo 11 años, empezó a jugar a los 3 y asistir a torneos nacionales a los 5, por lo que dijo que el ajedrez le ha brindado muchas satisfacciones, ya que le gusta mucho pensar para desarrollar estrategias y tácticas que lo lleven a conquistar el triunfo.

Él sueña con alcanzar el título de Gran Maestro y aunque por el momento afirma que el deporte de la inteligencia lo ayuda en la escuela, también disfruta de otras actividades como jugar con sus hermanos, practicar béisbol y futbol.

Su próxima meta es conquistar a finales de este mes la categoría sub 12 varonil del festival Panamericano de la Juventud que se llevará al cabo en Costa Rica y para prepararse ve partidas de otros contendientes y propias para detectar sus fallos y corregirlos.

Su hermana Aioria de 14 años se adentró al mundo del deporte a los 4 y comenzó a participar en los torneos un año después, lo que le brindó enseñanzas para la vida diaria ya que incrementó su capacidad de análisis y le ayuda a divisar más opciones antes de tomar una decisión, por otro lado, comentó que anhela convertirse en Médico Cirujano.

Ellos además de ser atletas muy efectivos colaboran activamente en el cuidado de sus hermanitos, por lo que su madre relata que cada uno de los grandes tiene a su cuidado a uno de los chicos y se encargan de acompañarlos, enseñarles y mostrarles.

Por lo anterior, la familia ha demostrado ser el pilar que impulsa la carrera deportiva de estos destacados atletas así como de brindarles oportunidades y aprendizaje para triunfar en el deporte y en la vida.

El Instituto del Deporte apoya a esta familia que tiene su sede de entrenamientos en el Complejo Deportivo Inalámbrica, todas las tardes.