MÉRIDA.- El doctor Alfredo Peón Molina fue denunciado por su propio hermano José por supuestamente haber sacado de dos cajas de seguridad de Bancomer un lote de alhajas de oro con piedras preciosas, que su madre había heredado en vida a sus consanguíneas y que ambos mantenían en custodia.

 

La señora María Adolfina de las Mercedes Molin a Zapata hacía más de 25 años tenía dos cajas de seguridad en el citado banco (71 y 79), donde tenía sus alhajas.

El 10 de febrero del 2012, transfirió la seguridad de dichas cajas a sus hijos Alfredo y José-

En marzo de ese mismo año, citó a sus hijos a su casa de Itzimná y ahí entregó muchísimas alhajas a sus hijas Elda María, Noemí y Eugenia, siendo que a Cecilia las demás hermanas recibieron su parte para guardar para cuando se los solicitara, pues vive en Chicago.

Las hermanas Peón Molina le entregan al ahora denunciante todas las alhajas para que meta en las cajas de seguridad, cosa que hizo.

A finales de febrero del presente año, Eugenia se comunica con él, informando que había visto en unas fotografías las joyas que les dejó su madre y que las prendas las lucían la esposa e hijas de Alfredo.

Es por ello que acudió a dicho banco, en compañía del notario Juan Pablo Monforte Méndez, dando fe de la desaparición de las alhajas y que nada más habían 11 centenarios.

Al hablar con Alfredo, éste le dijo que, en efecto, tenía las alhajas y que hiciera lo que quisiera, pues no iba a devolverlas.