MÉRIDA.- Un niño de cinco años perdió parte de una oreja al ser atacado por un perro doméstico que protegió su comida, en un predio del centro histórico.

 

El pequeño se acercó al perro cuando éste comía y lo agredió, ocasionándole también otras lesiones en la cara.

Los hechos ocurrieron en un predio de la calle 93 entre 64 y 64-A del centro, donde el infante estaba jugando y se acercó al perro, de raza criolla.

El animal estaba comiendo y al sentir la presencia del menor instintivamente protegió su comida y atacó al niño, que resultó con escoriaciones en una ceja, la nariz y la mejilla izquierda.

También sufrió amputación de dos centímetros del lóbulo de la oreja izquierda.

Fue atendido por paramédicos de la Cruz Roja que lo llevaron al hospital O’Horán.

Y.A.-