MÉRIDA.- Después de que se supo que fue denunciado de amenazas y de un “levantón”, Jesús Pérez Ballote, presidente del comité municipal meridano del PAN afirma y sostiene que nunca amenazó a Roger Moo, aunque éste lo denunció en la Fiscalía General del estado.

Por medio de un comunicado, largo por cierto, Pérez Ballote dice que Roger Moo lo buscó para denunciar que tenía información relativa al ataque con ácido a las calles, ya que él trabaja en la empresa que realizó el acto.

Según Pérez Ballote el denunciante confesó todo el trama de como se planeó el ataque a las calles y donde se compró el ácido. Aseguró que Roger Moo tenía miedo a represalias y dice que se ha emprendido una campaña mediática para desviar la atención al verdadero objetivo, la creación de una línea de investigación que dé con el paradero de los verdaderos autores intelectuales y materiales del vandalismo a las calles recién pavimentadas con ácido.

Lo cierto es que Roger Moo lo denunció, lo que no se esperaba el directivo panista, y se realizará una investigación.

Al acudir este jueves a la fiscalía, Pérez Ballote dio lo que él dice es su versión real de los hechos, en la que afirma que nunca amenazó ni levantó a Roger Moo. Sin embargo, durante la audiencia en la Fiscalía se le preguntó porque si sabía de este presunto delito no lo denunció.

El texto íntegro de la posición de Pérez Ballote es el siguiente:

Con el objetivo de apoyar a la investigación que las autoridades correspondientes realizan sobre el ataque a vialidades en Mérida, hoy presentamos, en conferencia de prensa, información que puede ser relevante para el caso. Esta misma información ha sido presentada ante  la Fiscalía General del Estado de Yucatán.

El martes 16 de mayo, a la una de la tarde, un hombre de aproximadamente sesenta y cinco años de edad se presentó al local del Comité Municipal del Partido Acción Nacional, ubicado en el calle 58, entre 51 y 53.

Este hombre estaba uniformado; en su playera se leía un logotipo de Grupo OCME; llegó en una camioneta tipo pick up blanca, igual con el logo de la misma empresa.

Se presentó en la recepción y lo recibió Andrés Ortiz, colaborador del comité directivo municipal. El hombre, recuerda Ortiz, estaba visiblemente nervioso. Dijo tener información relativa al ataque con ácido a las calles, ya que él trabaja en la empresa que realizó el acto. También le dijo a Ortiz que no lo podían ver en el lugar, que tenía miedo a  represalias, por lo que le pidió que se subiera a su camioneta. Ahí, estacionado, a unas cuadras del local del PAN, el hombre le contó su versión de los hechos.

Ante lo delicado de la información, Andrés Ortiz me comentó que le pidió al hombre que se reunieran al día siguiente con el presidente del Comité Directivo Municipal del PAN y visitar con él  los sitios que mencionó en su relato.

Al día siguiente, miércoles 17, un servidor, Jesús Pérez Ballote, presidente del Comité Directivo Municipal del PAN, me reuní con esta persona; el punto de encuentro fue el campo de béisbol de Pacabtún. Ahí, él se subió a mi vehículo, en donde tuvimos una conversación, la cual queda constatada en un audio que  hemos presentado a la Fiscalía y compartido con los medios de comunicación. Nos vimos a las seis treinta de la tarde y nos despedimos a las siete quince, aproximadamente. Al despedirnos, nos percatamos que un sujeto nos estaba tomando fotografías.

Durante nuestra reunión, repitió lo que le había contado a Ortiz y recorrimos los lugares que señalaba en su relato.

Fuimos al lugar donde él aseguró que se había comprado el ácido —«Servidora Química del Sureste», Serviquisur, en Plaza las Palmas, local 8, en la carretera Mérida-Motul— y después al lugar donde supuestamente se hicieron las pruebas de tirar ácido en las calles para medir el daño al pavimento. Estas pruebas, me aseguró, mostrándomelas, se realizaron en una calle colindante a una empresa, que entonces cercioré, es Grupo OCME, que se encuentra ubicado en la calle 6, 39 y 41, de la colonia Ávila Camacho.

En el trayecto, el hombre me dio fotografías que tomó con su celular. Hay imágenes de los bidones donde se almacenó el ácido, que se encuentran dentro de las instalaciones de grupo OCME; del estado de la calle donde se realizaron las pruebas y de las placas de los vehículos que presuntamente se utilizaron para verter la sustancia. Nos dijo que en una parte del piso de la empresa se observa la acción corrosiva del ácido, al igual que en uno de los vehículos.

Esta persona temía que fuera objeto de represalias. Temía por él y por su familia. Me aseguró que eran capaces de cualquier cosa. Tenía tanto miedo que intenté tranquilizarlo, diciéndole que estaba haciendo lo correcto, que todo estaría bien; que no lo dejaría solo. Admiro su civismo, y me alarmó que desde nuestra reunión habíamos intentado comunicarnos con él en innumerables ocasiones, y su teléfono celular siempre nos mandaba a buzón, lo que contrasta con la gran disposición e interés inicial de su parte por darnos a conocer esta información.

Terminando la conferencia de prensa, me presenté en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, para acudir como respuesta a un citatorio y para entregar las pruebas que tenía. Escuché con detenimiento la acusación hacia mi persona, y de los que realizaron dicha demanda.

Al Sr. Alberto Castellano, uno de los demandantes, no tengo el gusto de conocerlo, por lo que se me hace extraña esta acusación de su parte. En cuanto al Sr. Roger Moo, he comentado anteriormente la manera en como  fue el acercamiento, lo cual fue libre y voluntariamente, sin ningún motivo de extorción o amenaza, que queda constatado en el audio antes mencionado, y estoy convencido de que esta persona ha sido coaccionada para cambiar radicalmente su declaración; pero estoy tranquilo de que el Sr. Roger Moo esté con vida, estaba muy preocupado por su integridad física.

Hay que dejar algo muy en claro, se ha emprendido una campaña mediática para desviar la atención al verdadero objetivo, la creación de una línea de investigación que dé con el paradero de los verdaderos autores intelectuales y materiales del vandalismo a las calles recién pavimentadas con ácido.

Hemos emprendido una lucha para conocer la verdad hasta las últimas las consecuencias, sea quien resulte responsable, no claudicaremos en esto porque defenderemos el patrimonio de los meridanos, porque ellos han sido los más perjudicados con el daño a estas calles.