MÉRIDA.- Aunque es un “pájaro de cuenta”, Antonio José Carlos Rivas fue beneficiado con una segunda sentencia por medio de procedimiento abreviado, en esta ocasión por robarle con lujo de violencia a un turista un GPS.

Confesó ante el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero y éste lo condenó por el delito de robo calificado cometido con violencia, a tres años de prisión y al pago de 28 días multa; a que se le amoneste públicamente, y se le suspendan sus derechos políticos.

Apenas el 4 de abril pasado, por medio del primer procedimiento abreviado, fue condenado por la juez de control Elsy del Carmen Villanueva Segura a dos años, 10 meses y 15 días de cárcel, además de que le impuso el pago de 27 días multa, le suspendió sus derechos políticos, le prohibió acercarse a la víctima y al domicilio de ésta, y lo amonestó, pero le otorgó los sustitutivos de sanciones.

Reparó el daño a Porfirio Jimmy Martín Ciau y se sometió a un acuerdo reparatorio.

Esa vez fue condenado por que el 3 de septiembre Antonio José ingresó a un predio habitado, ubicado en la calle 79 entre 94 y 94-A de la colonia Sambulá y propiedad de María Luisa Ciau Arjona.

De ahí se apoderó de una mochila de mezclilla que contenía una botella con monedas de diversas denominaciones, un par de tenis, un bulto con un par de gorras y un cinturón.

Ahora, el 24 de enero se introdujo a un predio de la calle 78 con 51 del centro, de donde se apoderó de un GPS, pero fue visto por el dueño del aparato, Arnold Gies, quien trató de quitárselo, pero el ladrón lo empujó y también lo tiró al suelo, para salir con el objeto, pero fue detenido por agentes de la SSP.

El 8 de abril de 2014 se introdujo a un predio de la calle 70 entre 59 y 61, del centro, donde se apoderó de un videojuego, dos controles, tres pares de tenis y una laptop, propiedad de la alemana Anita Nateli Soloman, pero fue detenido.