MUXUPIP.- Gran indignación causó entre habitantes de la localidad el hecho de que el sábado pasado policías se escondieron y no intervinieron para detener un pleito entre unos jóvenes borrachos y unos vaqueros, en el marco de la corrida con motivo de la fiesta del pueblo.

Familias –mujeres y niños-, quedaron a merced de los proyectiles que ambos bandos se lanzaron mientras los policías se guardaron a ver que el pleito se desarrolle. Los flamante “guardianes del orden” no intervinieron ni detuvieron a ninguno de los rijosos, que alteraron la paz pública.

Una niña cayó al suelo mientras buscaba refugio de las pedradas, mientras que la gente corría para guardarse; automóviles y motocicletas resultaron dañados por los proyectiles lanzados por los rijosos, mientras los policías se guardaron detrás de una albarrada.

El pleito fue a las 10 de la noche y al alcalde Armando Antonio Aké Macías le importó poco que hubiera puesto en peligro a inocentes sin que la policía municipal hubiera intervenido.