MÉRIDA.- La juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez le impuso a Carlos Alejandro Alpuche Barrera, como medidas cautelares, que no se acerque a la casa de su vecino, no salga del Estado, sea sometido a vigilancia, porte un brazalete y no le grite, por las agresiones físicas y verbales que cometió en contra del vecino.

Enfrenta los cargos de robo con violencia, lesiones calificadas y amenazas, que denunció Carlos Alberto Herrera Garnica, quien durante ocho meses, supuestamente, podrá vivir en paz.

Este sujeto agresivo fue detenido en cumplimiento de una orden de aprehensión.

El martes siete de marzo, a las 22:30 horas, Carlos Alejandro se apostó a las puertas de la casa de su vecino Carlos Alberto, ubicada en la calle 55 con 16 del fraccionamiento Juan Pablo II.

Inmediatamente se dedicó a agredirlo verbalmente y cuando el otro se acercó, metió la mano en una reja y lo despojó de una prenda de oro, para enseguida darse a la fuga. Además, lesionó al denunciante con unos envases, que le tiró al afectado.

Por si fuera poco, antes que llegue la policía se acercó con un cuchillo para amenazarlo a él y a su familia, por lo que su madre intervino para calmarlo y hasta que lo sometió la autoridad es que se aplacó un poco.