MÉRIDA.- Los habitantes de Izamal, Tekal de Venegas, Acanceh, Dzemul, Teabo, Cansahcab, Dzidzantún, Mocochá y Homún viven a plenitud el juicio, pasión y muerte de Jesús.

En algunos municipios de Yucatán, los pasajes dolorosos de Jesús, el hijo de Dios, se han convertido una tradición de Viernes Santo como en Acanceh y Baca.

En otros, los jóvenes católicos empiezan a entretejer su historia, como en Motul, que más de 100 personas recrearon las 15 estaciones del Viacrucis.

En Cansahcab, los habitantes se unen al dolor de María.

En Acanceh y Baca, hay más turistas de Mérida y otros pueblos circunvecinos que disfrutan la recreación de la Pasión de Cristo.

MARTHA LÓPEZ HUAN