Mérida.- Alrededor de 300 competidores tomaron la salida del Ultramaratón de la Fe que arrancó la tarde de este jueves en el centro vacacional Costa Club en Yucalpetén.

La salida del Ultramaratón, 120 kilómetros, que incluyó las modalidades de 100 kilómetros, 50 kilómetros y relevos, estuvo a cargo de Sergio Vadillo Lora, quien llevó la representación del titular del Ejecutivo, Rolando Zapata Bello, al acto protocolario también asistió Leonel Macías Sánchez, principal organizador, Luz Gabriela Cáceres Vergara, directora general del Issstey, Grissel Ordaz Tamayo, directora de alto rendimiento del IDEY y Miriam Canul Cob, presidenta de la asociación de atletismo.

Antes de la carrera se entonó el Himno Nacional Mexicano para luego dar paso a  la presentación de autoridades y palabras de Macías Sánchez, quien agradeció todo el apoyo recibido para este Ultramaratón de la Fe, que corrió su hijo Yohanzen.

Vadillo Lora se encargó de hacer sonar la “chicharra” para comenzar la carrera.

De acuerdo con Macías Sánchez se logró que la gente se diera cuenta que si se puede correr más de 100 kilómetros y deseo que todo culmine con la alegría con la que inició.

El último Ultramaratón

Explicó que es probable que éste sea el último Ultramaratón de la segunda etapa ya que se han cumplido los objetivos.

Dijo que 300 personas se inscribieron aunque algunos acaban de desistir.

Se le hicieron muchas recomendaciones técnicas a la gente que participa en esta carrera, ya que correr un Ultramaratón no es cualquier cosa ya que se pone en riesgo la integridad física.

Lo importante, dijo Leonel Macías es que conozcas tu cuerpo, ya que la carrera no es patológica, sino todo lo contrario.

Señaló que hoy día mucha gente del interior del estado participa en esta justa ya que está comprobado que aquellos que ganan las medallas son los deportistas que tienen poco acceso a la tecnología moderna.

Se puso como ejemplo y señaló que él aprendió a conocer su cuerpo y gracias a estas carreras no padece ninguna enfermedad y son muy pocas las lesionas con las que ha tenido que batallar.