MÉRIDA.- Al parecer por la falta de precaución de los padres y sin contar con el apoyo de auxilio necesario de parte de una ambulancia, el menor Carlos Samuel Avila Suárez de 2 años, falleció después de que se le atorara una ciruela en la garganta.


Los hechos ocurrieron en Ticul, donde la muerte ya es un escándalo porque presuntamente el menor no recibió auxilio a tiempo porque no había chofer para la ambulancia.

De acuerdo con las versiones difundidas en Ticul, cerca de las 2 de la tarde de ayer martes, el pequeño se encontraba con sus padres, Olga Yolanda Suárez Can y Wilfrido Avila Ix, en su domicilio de la calle 37 entre 30 y 32 de la colonia San Román.

Los papás observaron que el pequeño tenía dificultades para respirar, ya que momentos antes estaba comiendo ciruelas .

Angustiados y sin saber cómo auxiliarlo, pidieron el apoyo de sus familiares, quienes a bordo de un taxi lo trasladaron al Centro de Salud Urbano.

Sin embargo, los encargados del nosocomio, al ver que el menor requería atención especial, pidieron el apoyo de la Cruz Roja, pero el chofer en turno no se encontraba en el lugar, por lo que se dispusieron a ocupar la unidad de traslado de ese Centro de Salud.

También trataron de localizar al conductor, pero éste no respondió el teléfono a tiempo y cuando lo hizo y llegó al lugar para realizar el traslado del menor, ya era demasiado tarde pues El Niño murió en el trayecto al Hospital Materno Infantil, ubicado también en Ticul.