MÉRIDA.- El chilango César Rogelio Reyes Barrueta decidió confesar, en privado, ante el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero quién le encargó que busque a los tabasqueños para en un principio darle un “susto” a Ema Gabriela Molina Canto, pero a los contratados se les pasó la mano.

Este jueves se efectuó la audiencia de imputación, por el delito de homicidio, en la sala 7 del Centro de Justicia Oral de Mérida (CEJOM), que se suspendió por unos minutos para que Mugarte Guerrero escuche a este sujeto.

Luego, el juez decretó la medida de prisión preventiva hasta la audiencia de vinculación, que fue programada para el lunes 10 de abril, a las 5 de la tarde, al encontrarlo como probable coautor material directo de la muerte de la señora Molina Canto.

Reyes Barrueta le dijo a su abogado de oficio que deseaba declarar, porque temía por su vida.

El juez solicitó al público y representantes de los medios de comunicación, que abandonen la sala por unos minutos.

Lo que se supo es que este sujeto fue intermediario para buscar a los asesinos de la señora Ema Gabriela y que por el trabajo depositaron en su cuenta bancaria 70 mil pesos. También hay más personas implicadas en el crimen.

Reyes Barrueta, después de confesar ante el juez, obtuvo medidas de seguridad para garantizar su integridad en el interior del penal, al igual que se le brinde servicio médico, por una herida en el talón derecho.

La señora Ligia Cano Lugo, al final, expuso que eso confirma lo que siempre ha dicho, que el homicidio de su hija fue planeado y pagado.