MÉRIDA.-  El descaro y la desfachatez rodea de nuevo  a la regidora de Movimiento Ciudadano, Mily Romero Bastarrachea,  ya que publicó en su cuenta de Facebook que tuvo una amena  charla con la controlara del Ayuntamiento de Mérida, María Isabel Rodríguez Heredia, a la que agradeció su esfuerzo por llevar la transparencia a la Comuna, cuando durante el nombramiento de María Isabel la criticó y la llamó niña oradora, sin experiencia.

De acuerdo con el comunicado oficial del Ayuntamiento, María Isabel Rodríguez es licenciada en Administración, egresada de la Universidad Marista, con una maestría en Dirección Estratégica Familiar por la misma casa de estudios; sin embargo, para Mily Romero la muchachita de 35 años sin experiencia, que trabajó en una empresa de especias, no era la mejor opción para ocupar la titularidad de la Unidad de Contraloría.

En ese momento también criticó el actuar del alcalde Mauricio Vila Dosal  al retirar de su cargo a “competentes” y poner a jóvenes sin experiencia y afirmó que a su juicio se está perdiendo el rumbo.

El 15 de marzo pasado la regidora de Movimiento Ciudadano publicó lo siguiente:

La transparencia y la rendición de cuentas es el arma que tiene la ciudadanía para demostrar que un gobierno no recibe “moches”. Agradezco a la Contralora, María Isabel Rodríguez Heredia, el gran trabajo y esfuerzo que realiza día con día, para que los principios de transparencia y legalidad rijan en todo el Ayuntamiento de Mérida.

Seguiré trabajando por una Mérida libre de corrupción, y cualquier funcionario municipal que la practique, sufra todo el peso de la ley.”

La credibilidad de esta regidora queda visiblemente en duda, ya que a últimas fechas Milagros Romero parece que cambió de opinión sobre Vila y sus allegados, al grado de ser visiblemente “veleta”, visitando y teniendo una charla con grandes payasos y conocidos políticos de “moches”, como es el caso del Primo Martínez y Cecilia Patrón Laviada.

Mili, como ha publicado el Grillo, deja tirado su trabajo como regidora y por cuestiones partidistas se ausenta de sesiones de Cabildo y de sus comisiones; el año pasado se fue tres semanas a Europa, con sueldo pagado por la comuna, a un curso partidista.