MÉRIDA.- En nada estuvo que el Juzgado Segundo de Ejecución de Sentencias quedara reducido a cenizas, porque al generarse un incendio en un aparato enfriador de agua, el fuego se extendió con rapidez y no pudo ser apagado porque los extintores de ese edificio se encontraban en mal estado.

Es por ello que la guardia del edificio de los juzgados tradicionales solicitó el auxilio de los bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública que tuvieron que sofocar las llamas, no sin antes pasar dificultades para entrar al juzgado, porque estaba cerrado con llave.

El percance ocurrió antes de las ocho de la noche del martes y se mantuvo en secreto durante varias horas, hasta que el personal que ahí labora llegó y no pudo trabajar, porque estaba todo sucio, lleno de agua, humo y objetos quemados.

Por tal motivo, se suspendieron sus labores por un día, hasta que los intendentes limpiaran y dejaran en las mejores condiciones posibles el lugar, que quedó chamuscado en techo y paredes.

El fuego, que se originó en el enfriador de agua, ubicado en un área anexa donde están unas copiadoras y cerros de papeles, amenazó con extenderse al juzgado segundo penal, incluso al locutorio del penal.

Sin embargo, las cosas no pasaron a mayores y todo quedó en un mal sabor de boca para la administración del inmueble y del Poder Judicial del Estado.