PROGRESO.- Para el párroco Francisco Mukul Domínguez, el carnaval de este puerto no fue una fiesta familiar, ya que se convirtió en una megacantina debido a la venta indiscriminada de alcohol, pues dice que se instalaron puesto de venta de esta bebida por todas partes.

El párroco de La Purísima Concepción y San José, Francisco Mukul Domínguez, y el presidente de la Unión de Armadores de Yucatán, Manuel Sánchez González, manifestaron que durante el Carnaval “Progreso se convirtió en una megacantina”, pues “hubo venta indiscriminada de alcohol”, que sólo beneficia a las dos cervecerías que se pelean la plaza porteña.

En entrevista, el presbítero Mukul Domínguez indicó que “el Carnaval no fue una fiesta familiar, sino de consumo desmedido de bebidas alcohólicas. Lamentablemente, la convivencia se volvió “conbebencia”.

—No necesité recorrer el malecón para saber cómo estuvieron los festejos del Carnaval; con lo que vi me bastó para afirmar que Progreso se convirtió en una megacantina —expresó el líder religioso.

—De acuerdo con los informes que me llegaron, tanto en el playón como en el malecón muchas personas llegaron con neveras llenas de bebidas alcohólicas y cuando se les gastaron se surtieron en el malecón.

—De hecho, en las esquinas de la entrada de la ciudad se instalaron puntos de venta de alcohol, así se recibió a los visitantes… A las autoridades municipales no les importó que un puntos estuviera cerca de la iglesia.

—Todo parece indicar que lo malo que se vivía en el Carnaval de Mérida, cuando éste se hacía en el Paseo de Montejo, se trasladó a Progreso. Por eso es importante que para el próximo Carnaval se regule la venta de cervezas, a fin de que verdad sea una fiesta y no sólo haya consumo de alcohol.

Sánchez González, a su vez, dijo que “el playón poniente se convirtió en una cantina con escándalos musicales y con venta indiscriminada de alcohol, incluso a menores de edad”.

—Los vecinos sufrimos el ataque del Ayuntamiento, que se ha convertido en promotor del consumo de bebidas alcohólicas —afirmó el empresario pesquero.

—De hecho, el Carnaval lo organizaron dos cervecerías: en el playón la Cuauhtémoc-Moctezuma y en el malecón la Corona. Ellas se repartieron el puerto con la aprobación de la Comuna que, mediante la directora de Espectáculos, Angélica Villanueva, fijó los horarios del escándalo musical con venta de cervezas que el domingo y martes fueron de la 1 de la tarde a las 3 de la madrugada y el sábado y lunes de las 8 p.m. a las 3 a.m.

—Al Ayuntamiento no le importan si afectan a los vecinos del playón poniente o si las calles y la playa quedan sucias y con olor a orín, sino lo que pagan las cervecerías por los permisos para vender cervezas, usando el pretexto de espectáculos musicales.

Sánchez González considero que los dos carnavales de 2016 y 2017 “han sido los peores de Progreso”, ya que lo único que resalta es la venta de cervezas.

Recordó que el sábado 25 de febrero se reunió con el alcalde José Cortés Góngora, quien le dijo que no podía hacer nada porque en el playón poniente ya estaban instaladas las tarimas, pero ofreció que luego del Carnaval se reuniría para abordar el tema y buscar una solución.

El quejoso dijo que recabará firmas de vecinos para pedir que ya no hagan bailes en el playón poniente.