CIUDAD DE MÉXICO.- “Escribe sobre lo que sabes”, es el mantra del guionista, mientras que para el director Damien Chazelle ha sido su única ley en la carrera.

Su primer esfuerzo cinematográfico “Whiplash” le valió un sin número de premios y nominaciones en diferentes festivales alrededor del mundo; creando un halo de genialidad ahora regresa con este proyecto que ha acaparado toda la atención de los medios.

La La Land tiene una premisa simple envuelta en montajes musicales. Presenta la vida útil de una relación amorosa. Sebastián es un pianista con una obsesión por el jazz y su autoimpuesta misión de evangelizar al mundo con este género musical atrapa la atención de Mia, una mesera con aspiraciones a convertirse en una actriz famosa.

Este es verdaderamente un stunt comercial secuestrando la atención del público después de 6 premios Golden Globes, y ahora con catorce nominaciones a los Oscar, un logro aparentemente imposible desde que otro musical multi premiado “West Side story” obtuviera doce nominaciones en los Oscar de 1962 y se llevará diez premios; no obstante, podemos decir que este clásico es inmensamente diferente al proyecto La la Land.

Las coreografías eran cautivadoras, la música pegajosa y una cinematografía hecha para captar la majestuosidad del baile y la emoción que buscaban representar.

La la land sufre de un raro síndrome que hasta el mismo realizador introduce en su cinta en forma de diálogo: “lo viejo a nadie le interesa”, algo contradictorio si analizamos que todos los números musicales fuertemente están relacionados a antiguos filmes.

Ryan Gosling y Emma Watson, los protagonistas, hacen un esfuerzo por hacer justicia a la coreografía y piezas musicales pero lo único que logran es estar entonados. Sus pasos de baile son blandos y acartonados.

Sin embargo, el director sabe explotar las emociones de su público provocando una inmediata identificación con Sebastián y su desenlace en la historia pero detrás de todo se oculta un mensaje un tanto desconcertante: “si quieres tener éxito en algo tienes que hacerlo solo”.

Este proyecto muy posiblemente se lleve la mitad de las estatuillas por la que es nominada en los Premios Oscar – por supuesto que Lin-Manuel Miranda será premiado en la categoría Mejor Canción – pero aun así queda un sabor sobrevalorado cuando Hollywood nos presenta una misma historia cada cinco años solo con hechura, en este caso una envoltura de 30 millones de dólares.

Mientras vaya y disfrute de este engañoso musical. Justifica totalmente lo que se presenta en pantalla con el costo del boleto. No esperes una revelación audiovisual.

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