MÉRIDA.- El chiapaneco Marco Ernesto García Cundapí, por medio de un procedimiento abreviado, negoció una condena de 38 años de cárcel por el delito de feminicidio agravado en contra de su ex pareja sentimental, a la que mató a cuchilladas en las inmediaciones del Hospital O’Horán, porque la mujer no quería regresar con él.

A este acuerdo le dio el visto bueno el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero, que le impuso la sanción ligeramente superior al punto equidistante entre la sanción mínima y media.

Cabe señalar que el delito de feminicidio se castiga en Yucatán con pena corporal que va de los 30 a los 50 años de cárcel y el de homicidio calificado en 20 y 40 años.

Mugarte Guerrero lo encontró culpable de dicho delito, luego que García Cundapí aceptara su plena responsabilidad para evitar llegar a un juicio oral, en el que alcanzaría los 50 años de prisión.

También le impuso también el pago de 687 días multa; la reparación del daño a la víctima indirecta, que deberá ser fijada por un juez de ejecución de sanciones; le sean negados los beneficios de substitución de sanciones y condena condicional; se le amoneste a efecto que no reincida; se le suspendan sus derechos políticos, y la pérdida de todos los derechos que tuviera con relación a la víctima.

Se le leerá la condena el viernes 20 del presente.

La también chiapaneca Aracelly Lucero Calvo López pagó caro haber denunciado, ante la agencia 3 del Ministerio Público, por violencia doméstica, previamente, a su pareja, que finalmente la mató.

Los hechos ocurrieron el pasado 7 de mayo, aproximadamente a las 21:45 horas, cuando el chapita llegó al trabajo de su ex pareja, un local de venta de comida cerca del Hospital O’Horán, con la que pretendía regresar a fuerzas, luego de haberla golpeado otra vez.

Después de intercambiar palabras con ella, la agredió con un arma blanca, provocándole lesiones que le causaron la muerte, pues le acuchilló en el corazón.