MÉRIDA.- En pleno funeral de su jinete, realizado Cajazeiras, Brasil, un caballo se acercó al ataúd de su amo para despedirse; “Waldo” como se le conoce al corcel fue llevado al funeral, ya que era muy unido al difunto.

 

El hermano del muerto se encargó de que el caballo estuviera presente durante la procesión, a fin de que acompañara la carroza. Sin embargo, los presentes se quedaron sorprendidos cuando el animal relinchó y levantó sus patas como lo hacía cuando el hombre lo montaba e inmediatamente después recargó su cabeza en el féretro.

“Ese caballo era todo para Wagner, era como si supiera lo que estaba pasando. Él estará siempre con la familia”, comentó el hermano del fallecido.

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