MÉRIDA.- En una situación poco común en la entidad, en 15 días cuatro individuos identificados como homosexuales fueron asesinados en diversas circunstancias, pero indirectamente por motivos ligados a sus preferencias sexuales.

Dos de ellos fueron asesinados en Mérida y dos en Progreso. Todos los casos fueron resueltos por las autoridades policíacas.

Pese a que no hay la mínima evidencia de ‘crímenes de odio’, uno que otro miembro de la comunidad lésbico-gay en Mérida supusieron que alguno de estos casos se trataba de asesinato por homofobia.

Sin embargo, la muertes de los cuatro tuvo implicaciones indirectas de la preferencia sexual de todos ellos, pues sus victimarios fueron sujetos con los que sostenían relaciones homosexuales.

El primer caso de estos fue el del joven empresario meridano Rafael Aristi Gasque, quien fue asesinado el 6 de noviembre por dos sexoservidores con los que tuvo un encuentro íntimo antes de ser ultimado.

Los homicidas fueron el guatemalteco Yeson Alejandro Pineda Morales y el yucateco Jesús Enrique Magaña Flores, quienes increíblemente estuvieron presos un día antes de matar a Aristi, precisamente por golpear y asaltar a otro homosexual, mismo que no quiso denunciar y los sexoservidores salieron de la cárcel para luego asesinar al joven empresario meridano.

Antes de que los sujetos fueran detenidos, algunos amigos del mismo círculo de Aristi difundieron que su muerte fue producto de un ataque homofóbico, pero las investigaciones revelaron que fue ultimado, según sus victimarios, porque se negó a pagarles los favores sexuales convenidos, aunque al parecer ambos sujetos quisieron darle un escarmiento golpeándolo, pero no midieron las fuerzas y lo mataron de golpes en el rostro.

El cuerpo de Aristi, como informamos, fue hallado en un terreno baldío de la colonia Roma.

Posteriormente, en Chicxulub Puerto fue asesinado el canadiense Roger Steven Corbett, quien murió a manos de su compatriota Bryan James Slater.

El 13 de noviembre, alrededor de las 9 de la noche, se encontraban los dos y otro canadiense, de nombre Steven Victor Muranetz, en el predio marcado con el número 116 de la calle 19 entre 38 y 38-A de Chicxulub Puerto.

Al hallarse bajo los efectos del alcohol, el acusado, presuntamente trató de obligar a Steven Corbett a sostener relaciones sexuales con él, quien se negó.

Al momento de encontrarse en la cocina del predio, se hicieron de palabras y en un momento dado al indiciado se apoderó de un cuchillo, privando de la vida a Roger Steven, al infligirle heridas en la región del tórax y abdomen, una de ellas penetrante, lo que provocó que cayera al suelo y perdiera la vida por perforación del hígado.

Asimismo, el 14 de noviembre pasado, el ex agente de la Policía de Progreso Deybi Martín Hernández Herrera presuntamente asesinó al trabajador de Bepensa José Alfredo Jiménez Tun, de 40 años, cuyo cadáver fue hallado en completo estado de descomposición en su departamento, del puerto.

El crimen tuvo móviles pasionales, pues ambos individuos tuvieron una discrepancia de índole sexual cuando el ahora occiso pretendió obligar al ex agente a cumplir un rol diferente al de costumbre.

Discutieron y en un momento dado, el ex agente tomó un cuchillo y lo mató.

El homicidio ocurrió el lunes 14 de noviembre en el interior del departamento número 4 de la calle 33 entre 130 y 132 de la colonia Nueva Yucalpetén, de Progreso, donde fue hallado el cuerpo el miércoles posterior, cuando las vecinas detectaron que del departamento salía un olor nauseabundo.

Finalmente, el domingo pasado fue hallado muerto en su casa de Montes de Amé el sexagenario Raúl Humberto Lara Martínez, quien fue asesinado con arma blanca.

Por este hecho se detuvo ayer a Hugo Ángel Rodríguez Domínguez, quien fue sorprendido con un hermano suyo en una operación de compraventa de droga en el norte de la ciudad, en una zona cercana a Montes de Amé.

Al seguir el protocolo de seguridad, se descubrió que las huellas dactilares del segundo corresponden con unas que se hallaron en el predio donde fue asesinado el domingo Lara Martínez, quien fue encontrado en medio de un charco de sangre.

Hugo Ángel era uno de los varios hombres de diversas edades que visitaban a Raúl Humberto para enfiestarse en el domicilio de la colonia Montes de Amé.

FORMAL P.-