MÉRIDA.- Más de tres mil yucatecos disfrutan en la Plaza de Toros Mérida un concierto lleno de anécdotas, romance y amor por la vida, en el que José María repasa 45 años de trayectoria.

Los valores de la vida, como el amor, la amistad y el cariño fraterno fueron ensalzados en la poesía musical de José María Napoleón, quien en dos horas logró que más de tres mil yucatecos vivan intensamente y a plenitud el concierto que ofreció en la Plaza de Toros Mérida, como parte de la gira “Vive”.

La noche fue perfecta para que el cantante y compositor, considerado uno de los mejores de México,  repasara sus 45 años de trayectoria.

Fue tan perfecta que el público disfrutó su faceta de showman, los nuevos arreglos y la presencia de dos cantantes invitados: Manoella Torres y José María, el hijo de Napoleón que empieza a despuntar en el mundo de la música.

José María Napoleón dejó entrever entre canción y canción el cariño que lo enlaza con Mérida: “es que mis inicios fueron aquí en esta ciudad (en el hotel Maya Yucatán), donde cada noche cantaba y también porque de aquí es una de mis mejores amigas: María Medina”.

Dijo, a manera de confidencia, que enamoraba a la cantante yucateca y el público se emocionó, “quizá por lo que un día fue y no será”.

Ese momento fue el parámetro que reveló el intenso cariño del público por el artista que exploró los recuerdos más importantes de su vida y detalló cuándo y por qué creaba su poesía que luego convertía en canción.

Esos momentos llenaron de perfección el concierto –en el que destacó el juego de luces, coro, orquesta y sonido- e invitaba a abrir los brazos fuertes a la vida, a no dejar nada a la deriva, a ser feliz  con lo que se tiene, a vivir intensamente, tal y como pedía en su último tema el artista, considerado El Poeta de la canción.

La noche fue tan perfecta que el público volvió a abrir los brazos fuertes a la vida, dejó libre su pensamiento y echó su barca a navegar… rebosando cariño para José María Napoleón.