MÉRIDA.- Y hablando de adelantados, en el tricolor la caballada está bien nutrida y es que, no sólo son muchos los que suspiran, sino que ocupando puestos públicos tienen todo el margen y la lana para moverse a sus anchas.
Ejemplo son dos de los gallos de Rolo: Mauricio Sahuí, actual secretario de Desarrollo Social del Estado, quién va y viene a los municipios con sus programas sociales y repartiendo apoyos de la dependencia para posicionarse entre las huestes priistas; sabemos que Sahuí suspira desde que salió Ibom, pero en ese momento Rolo era el candidato fuerte y, a diferencia de lo que muchos pensábamos, Sahuí sale del grupo de Rolo por lo que no dudó en alinearse al amigo de muchos años; habrá que ver ahora si se lanza por la grande o se anima cómo se ha dicho muchas veces a jugársela por la “joya de La Corona”.
Otro de los rolandistas fuerte por su presencia muy visible es Víctor Caballero Durán, ex secretario de Gobierno de Rolando y actual secretario de Educación. El Vítor va a cuánto evento es invitado además de tener sus redes muy movidas; visita escuelas y municipios y la semana pasada presentó su programa “Ma’ al Bulliyin”, para prevenir la violencia en las escuelas y desde los hogares. Caballero hace la talacha, con la esperanza de que esta vez sí le toque.
Jorge Carlos Ramírez Marín (a) “El Gordo Marín” tampoco se queda atrás, repartiendo apoyos en los municipios del interior se le ve movido: lleva azúcar y herramientas de trabajo a los campesinos, pero también últimamente le ha dado por copiarle a “Nerito” regalando pases para los conciertos de moda, como el del lunes pasado de Alejandro Sanz (hasta yo quería ????) y ahora para Maluma que no sé con qué se come eso… en fin de que se mueve, se mueve.
Su tocayo, Jorge Carlos Berlín Montero también hace sus pininos para tratar de posicionarse para la grande. Es actual delegado del SEMARNAT y tiene muy buena aceptación en redes; sin embargo aunque carece de carisma, creemos que la confianza se la da su amistad con la ex gober, la tía Bonny, y su grupo de simpatizantes.
El que sí no ha parado es Liborio Vidal o #ElAmigoLibo (hashtag). Sabemos que su andar político ha sido un poco solitario, pero se ha movido tan bien con su ingenio publicitario, sobre todo últimamente, que se va posicionando muy bien hasta con su criticado torneo de “Pokémon Go con el Amigo Libo”; además que en dos ocasiones ha donado su sueldo de diputado de $86,253.00 a asociaciones civiles siendo la última Kanan Kab. El único problema es que hay el rumor basado en su pasado con las izquierdas, que si no va con su partido podría lanzarse por alguno de esos que lo apoye. ¿Será?.
Otro que suspira es Felipe Cervera Hernández, actual diputado federal, que cree que en el apellido lleva el cargo; sin embargo a él no se le ve movido más que en Mérida y, checando sus redes, parece que el pobre no tiene para contratar un buen administrador o de plano es piojo y no quiere pagarlo; parece que él solito las maneja cuando tiene tiempo y además no es nada bueno en el tema ya que, repite como tres o cuatro veces lo mismo sin forma ni tema interesante; carece de programas y además no se le ve participativo. ¡Ay Felipio! Le Tas fallando Dn. Víctor (QEPD).
Para terminar la larga lista, tenemos a otro hijo de papi: Pablito Gamboa Miner, quién sí se mueve pero habla poco.
Por programas y gestiones tiene todas las de ganar, como ejemplo están los recursos para la Clínica del IMSS en Francisco de Montejo, en dónde le comió el mandado al alcalde, y el nuevo “Paseo Verde” en la misma zona, su más grande creación de millones y millones de pesos de la federación, que por supuesto y con el beneplácito de papi le dan gustosos desde arriba para que brille Pablito. Falta ver si le alcanza para exponerlo, claro que midiendo también al contrincante panista en turno.
Vamos a ver cómo se va posicionando la caballada tricolor y como quedan los acuerdos. Estaremos pendientes porque recuerden que a pesar de la crisis nacional del PRI no sucede lo mismo en nuestro estado, con el gobernador mejor calificado del país y, como diría mi abuela, “si se acaba el mundo me voy a Yucatán”.
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Dña. Pelos