¡Hoy estoy bien molesta! Pero emp…&@?!&dísima. Ahora resulta que la cínica de la “gordibuena” azul, ya saben de quién hablo, la dizque disputada federal x’ Kathya  Bolio (alias  “Katy la Oruga”  porque está en proceso de transformación con tanta cirugía que ya se hizo) que se da golpes de pecho criticando a la “tía Bonny”, pero por pura envidia,  ya que ella hace lo mismo o quisiera, pero como es bruta, a ella sí la graban.

Lo más encabronante es que tiene el cinismo de ir a llorar a conocido Diario con esos dizque “periodistas” que se prestan a sus lágrimas de cocodrilo para dar una explicación tipo película de espías muy a la “Jason Bourne” (que ya está por salir el papito por cierto).

Me reemp.&&&@ porque esas mujeres arribistas, traicioneras y ratas se la ponen más difícil a las que quieren llegar por la buenas a los puestos políticos para de verdad atender a la gente. Y es que ella, junto con su marido Juan Gabriel Chan, llevan años colándose, valiéndose de la cuota de género y traiciones para quedar en puestos en dónde no han hecho más que robar y ser conocidos aviadores. Bien dicen “no tiene la culpa el indio…

Todos saben que los dos siempre quedan en puestos que van desde subdirecciones en el ayuntamiento,  para arriba. Decían por ahí que si quedaba ella de diputada a su marido no le darían puesto ésta vez. Creo que se les olvidó, pues la administración pasada ella cobraba en CDE y él en el ayuntamiento, en dónde protagonizó tremendo escándalo falseando documentos referentes a la explosión del restaurante “La Nao”, lo que le costó el trabajo de sub director de protección Civil, pero aun así lo recataron como jefe de departamento. Era tanto que no se aparecía Juan Gabriel que le apodaban “el fantasma”.

Estamos hartos de esa gente y sí, sí hay que pedir una investigación, pero no contra el espionaje telefónico sino que le investiguen sus cuentas propiedades y bienes.

Tan cínica es “Katy la Oruga” que fue a pavonear su enorme trasero al informe de “Huacho”, después de tremenda quemada con los audios que le sacaron y además se sentó junto a su amiguito de “moches” Daniel Ávila (al que por cierto no lo presentaron) claro que nadie quería tomarse la foto con ellos.

Creo que eso de tanta cirugía ya le afectó hasta el cerebro; vamos a exigir a las autoridades que los investiguen y destituyan por ratas.

O ¿será que el tener a “papá Toro” hace que sea PAN con lo mismo pero de diferente color? ¿Qué se puede esperar si el presidente del partido está más embarrado que todos ellos juntos? Habrá que ver si desde arriba meten orden de una vez por todas. De todas formas como quien dice… “exijo una explicación”.

 

Atte.

Dña. Pelos