MÉRIDA.- La juez de control Blanca Beatriz Bonilla González prácticamente “perdonó la vida” a los “presuntos” amantes de lo ajeno Carlos Gabriel Pacheco Poot y José Rafael Reyes Pat, quienes ya habían hecho del “Corralón No. 1” de la SSP su bodega de refacciones para todo tipo de vehículos.

 

En audiencia se formuló la imputación en su contra por el delito de robo calificado que denunciaron Pedro Edmundo González Esquivel, comandante de cuartel en turno de la SSP, y Guillermo Alberto Cupul Ramírez, en su carácter de Jefe del Departamento de Sanciones, Remisión y Trámite de la Dirección Jurídica de la misma dependencia.

La juez estableció en contra del caco Pacheco Poot la prisión preventiva durante cuatro meses, mientras que a Reyes Pat le impuso acudir a firmar al Centro Estatal de Medidas Cautelares del 1 al 5 de cada mes, hasta septiembre, y en junio del 8 al 10; no salir del Estado y localizador electrónico.

Se estableció para el jueves la audiencia de vinculación a proceso.

El 4 de junio, a las 22:15, los arriba mencionados se introdujeron al “Corralón No. 1” o depósito vehicular, el cual estaba cerrado al público, ubicado en la avenida Jacinto Canek con calle  132 de la colonia El Porvenir.

Cada uno se apoderó de un acumulador (batería), siendo que Carlos Gabriel lo tomó de un mototaxi con placa 8-GTY-2, mientras que su compañero lo hizo con otra motocicleta modificada matrícula 2GRV4.

Sin embargo, fueron detenidos por elementos de la SSP y se les logró ocupar a cada uno un acumulador. También está implicado Francisco May González, que se encuentra en calidad de prófugo.