MÉRIDA.- Programada para apenas 50 invitados, la fiesta de su hija de 13 años se convirtió en un infierno cuando llegaron 600 personas, de modo que Juan Carlos Galli, un hombre argentino, falleció a los 52 años víctima de un infarto derivado del disgusto que le ocasionó el no poder retirar de su vivienda tantos invitados.

En Villa Allende, Argentina, al puro estilo de la película Proyecto X por la dimensión de la fiesta, ya que de 50 invitados pasó a las 600 personas que se dieron cita a la fiesta de su hija.

El hombre permitió la organización de la fiesta debido a que se trataba del cumpleaños número 13 de su hija. Sin embargo, al notar que la mayoría de los presentes se encontraban alcoholizados, les solicitó que se fueran.

Varios jóvenes empezaron a saltar el pórtico, otros ingresaron por uno de los tejidos del cerco perimetral y el resto por otros huecos. Además, amenazaban con romper todo a patadas. En medio de la locura, Juan Carlos se desvaneció y murió.

La joven no dio crédito de lo acontecido por lo que publicó en su cuenta de Instagram, una conmovedora despedida a su padre, acompañada de una fotografía en la que se les ve juntos, abrazados, disfrutando de sus vacaciones hace algunos años.