MÉRIDA.- Un indigente falleció a las puertas de la Parroquia de Cristo Obrero, quien acostumbraba pernoctar a las puertas del templo o en el camellón central de la avenida Itzáes, sobre el primer cuadro de la ciudad.

Ayer viernes, moto-patrulleros de la Secretaría de Seguridad Pública detectaron al sujeto y cuando trataron de despertarlo se percataron que estaba frío.

El cuerpo presentaba quemaduras de 1º y 2º grados por los efectos de los rayos del sol, más de una hora estuvo el cadáver en el sitio y el personal del Servicio Médico Forense aún no llegaba.