MERIDA.- Jesús Núñez Martínez fue sentenciado a siete años y cuatro meses de cárce por violar y robar con saña a una señora que andaba deprimida, porque cortó con su pareja, y se sentó la madrugada del 27 marzo del 2011 en un parque de la colonia El Roble a llorar su desgracia, pero fue ultrajada.

Jorge Andrés Vázquez Juan, juez cuarto penal, lo encontró culpable de los delitos de violación y robo, en agravio de G.P.A.A. y al sujeto le impuso el pago de una multa de 210 días de salario, equivalente a 11,907 pesos o cumplir 105 jornadas de trabajo a favor de la comunidad.

No hubo remisión parcial de la pena, y la reparación moral del daño ocasionado fue estimada en 15 mil pesos y se le negaron los beneficios sustitutivos de condena.

Un día antes de la fecha arriba señalada, la mujer acudió al centro con dos sobrinas y una de ellas fue a una fiesta, por lo que decidieron ir a la Plaza Grande a dar un paseo; antes de la medianoche entraron a tomar una ceevwza al bar-tugurio “Flamboyanes”, ubicado enfrente del mercado San Benito.

Luego regresaron a su colonia y G.P.A.A.,  como se sentía deprimida fue al parque  Libertad II, de la colonia El Roble, en donde le salió al paso el asaltante y violador, el cual la sometió a golpes sin que nadie escuchara nada y la condujo a un monte, donde sació sus bajos instintos, penetrándola por ambas vías.

Para que no lo reconociera, a su víctima le exigía que no volteara a ver y tomó piedritas del suelo y se las echó a los ojos.
Acto seguido, la despojó de sus cuatro pulseras, de una cadena de oro, aretes y  de mil 200 pesos.

Sin embargo, no conforme, para que su víctima no lo persiguiera o pidiera ayuda, la despojó por completo de su ropa y la tiró en otro monte, además que los zapatos de la mujer los aventó en otro sitio.

La mujer, como pudo, llegó a un molino que estaba empezando a trabajar y pidió ayuda, de modo que de inmediato la Policía alcanzó al mal hombre y lo detuvo.