MÉRIDA.-  Luego de un año, el alcalde Mauricio Vila Dosal por fin dio un golpe de timón en la Comuna y despidió a los tres renancistas que tenía incrustado en su gabinete como lo son Irving Berlín Villafaña, Laura Muños Molina y Ricardo Torre Torre Rodríguez.

Irving había convertido la Dirección de Cultura en un feudo renancista desde donde operaba con dinero del erario y en donde estaban clavados seguidores del ex alcalde y en varios eventos prescindió del alcalde y los hizo con sus secuaces Valerie Amador Hurtado y José Luis Martínez Semerena.

Políticamente significa que marca su distancia del ex alcalde y le dice que son enemigos políticos y que él (Vila) tiene el control absoluto de la Comuna y gobernará sin piedras en el zapato.

“Si bien el alcalde colocó a sus amigos en puestos claves, como la tesorería, donde quedó el nada recomendable Juan Caros Rosel Flores, el golpe de timón que dio era algo esperado y que debió hacer desde que asumió el cargo. Más vale tarde que nunca y así todo o bueno será cargado a él al igual que todo lo que salga mal”, dijeron políticos respecto a los cambios que hizo ayer Vila.